EN PASCUA MARIA MADRE DE MISERICORDIA

 

AVE MARÍA

EN PASCUA MARIA MADRE DE MISERICORDIA

Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe. Ese admirable portento lo cambia todo.
La resurrección de Cristo es el acontecimiento que marca toda la historia de la Humanidad. Se
entienda o no, se crea o no, El Padre glorifica al Hijo por medio del Espíritu Santo y hace
nuevas todas las cosas reconciliándolas por la Sangre de la Cruz.
Ahora están las Puertas del Paraíso abiertas. Ahora la Trinidad, a través de las Manos de
Nuestra Señora concede todas las gracias necesarias para la salvación de los que acojan a
Jesucristo en Su iglesia. Ahora la fe, la esperanza y la caridad llegan a la plenitud de
significado. Ahora el hermano que nos cruzamos en el camino debe sentir en cada uno de
nosotros que Cristo ha resucitado también para él. Debemos de salir de nuestros sepulcros y
presentarnos ante María para que nos haga instrumentos nuevos de la Misericordia de Dios. El
discípulo amado miró el sepulcro, pero no entró, y la perplejidad aún dominaba su alma. Tras
Pedro, entró y creyó. No nos quedemos en el umbral de nuestras tumbas, entremos en
presencia del resucitado y Cambiará nuestra vida de seguidores de Cristo, ahora creeremos de
verdad. Y seamos fieles no para nosotros, si no para el bien de nuestros hermanos de la Santa
Iglesia y de las benditas almas del Purgatorio. María será nuestra más dulce maestra. 50 días
de Pascua nos deben enseñar y marcar para el resto de nuestra vida. Aprovechemos esta
Pascua, no la dejemos pasar. Feliz Pascua.

Manuel García