MUNILLA EN LA JMJ: ERRORES QUE ALEJAN A LOS JOVENES DE CRISTO

09/05/2023

Munilla en la JMJ: errores que alejan a los jóvenes de Cristo - Blog Parroquia Sta. Beatriz - 2023

Al concluir la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, el ambiente festivo vivido estos días comienza a dar paso a la reflexión sobre lo escuchado no solo en los actos centrales de Francisco, sino también en las decenas de catequesis impartidas por sacerdotes y obispos.
En el caso del obispo de Orihuela Alicante, José Ignacio Munilla, fueron tres las catequesis que impartió, repletas de mensajes desafiantes para movilizar y dar a argumentos a una juventud que, cuando regrese «a la vida real», deberá hacer frente a multitud de retos respecto a su fe.

1ª Catequesis: la verdadera «ecología integral»

La primera de ellas estuvo dedicada a la Ecología integral. Un concepto que, frente a «falsas visiones ecológicas que dejan de reconocer la dignidad específica del hombre -arriesgan la vida por salvar ballenas y luego promueven el aborto- propone el cuidado de la Creación en su dimensión «invisible» -el alma o los ángeles- y «visible» -respetando «la propia naturaleza, el cuerpo o la identidad sexual»-.

Una catequesis que fue especialmente polémica por afirmar aspectos tan racionales y científicos como que «nadie nace en un cuerpo equivocado» o cuestionar que se personalice a los animales mientras se animaliza a las personas, que el obispo ejemplificó «en el fenómeno de los perrijos que son llevados en coches de bebés».

Estas son algunas de sus frases más destacadas de esta primera catequesis:

-Los movimientos ecologistas arriesgan sus vidas por salvar a las ballenas y luego promueven el aborto.
-El ecologismo ideológico ocupa el lugar que ocupa Dios en las religiones. Se convierte en un valor último y supremo
-La ecología integral debe de integrar el cuidado del alma. ¿De qué sirve que alguien se preocupe obsesivamente por el cuidado del cuerpo, cuidando la dietética, etc… si luego resulta que vive en pecado mortal?
-Estemos atentos a las contradicciones que existen en los falsos ecologismos, como que se denuncien los alimentos transgénicos, mientras se proclama el derecho al transgénero. ¿No al transgénico y sí al transgénero?
-Un correcto ecologismo vive en equilibrio con la propia naturaleza, incluyendo con su fertilidad. Y lo mismo decimos por lo que a la identificación con nuestra identidad sexual se refiere. ¡Dios nos ha creado bien!; ¡Él no se equivoca! ¡Nadie nace en un cuerpo equivocado!
-Existe una «crisis antropológica que se está extendiendo contra toda lógica y sentido común», que nace de una «multitud de heridas afectivas que llevamos dentro, y que caracterizan esta generación».
-«Las heridas hay que reconocerlas, identificarlas, acompañarlas, sanarlas en la medida de lo posible, etc… Pero lo que no tiene sentido es que a nuestras heridas las llamemos `derechos´».
-El hombre es «la culminación de la creación, y Dios está enamorado de su creación… Estamos llamados a crecer en conciencia de la belleza y dignidad de la creación».

2º Catequesis: la amistad social y el bien común

Bajo un genérico título de «Amistad social», su segunda catequesis escondía una profunda refutación de mitos y leyenda negra, así como un contundente recordatorio de las obligaciones de los católicos en la vida pública y su contribución al bien común.
Así, frente a la «acusación muy en boga» de que las religiones «tienen la culpa de los conflictos mundiales» por «creerse en posesión de la verdad», el obispo empleó una contraargumentación histórica que mostraba que «cuando quitamos a Dios del centro de nuestra cosmovisión, son las idolatrías las que ocupan su lugar».

«No es posible fundamentar suficientemente la hermandad universal, sin reconocer un padre común» y que «hay una ley natural que es común para todos los seres humanos, que está inscrita en nuestra conciencia», destacó.

A continuación, llamó a buscar en esa ley natural los principales imperativos morales «que permitirán construir entre todos un mundo justo» y que resumió Benedicto XVI en los «principios no negociables», que Munilla reiteró:
-«La dignidad de la vida, desde su concepción hasta su muerte natural; la familia como célula de la sociedad y fundada en el matrimonio que es la unión del hombre y la mujer abiertos a la vida; la patria potestad de los padres y su derecho primario a la educación de sus hijos y la búsqueda del bien común, en la que el Estado está al servicio de la sociedad y no al revés».
-Inmigración: «Si bien es cierto que los estados tienen deber y derecho de regular los flujos migratorios y de cuidar sus fronteras, eso no anula nuestro deber de atender la voz de los sufrientes».
-La Iglesia, ¿se tiene que meter en política?: «La Iglesia no debe meterse en política por lo que se refiere a las cuestiones partidistas. Pero otra cosa distinta es que la Iglesia puede y debe iluminar la realidad social desde la Doctrina Social Católica, en la medida en que están en juego los valores del Reino de Dios».

3ª Catequesis: la misericordia, mucho más que emotivismo o relativismo

En su tercera catequesis, Munilla se dedicó a superar «la deformación que está teniendo el concepto de misericordia en nuestros días», reduciéndola a mero «relativismo» o «puro emotivismo».

Así, Munilla comenzó refiriéndose a las palabras del Papa Francisco -«Dios te quiere como eres, no como te gustaría ser«-, explicando que «Dios no está esperando a que seas bueno para empezar a quererte», sino que «te ama desde ya, a pesar de que seas profundamente pecador».

Para una mejor comprensión, completó esa primera frase del Papa con el añadido de que «te quiere como eres… y te llama a la santidad».
«En realidad, una prueba de que Dios nos quiere, es que nos llame a la santidad; ya que cuando se ama a alguien, necesariamente se le desea lo mejor, es decir, la santidad. Dios no puede cruzarse de brazos viendo cómo nos destruimos… quiere nuestra santidad», explicó.

También citó al Papa para explicar uno de sus mensajes de esta JMJ -«En la Iglesia cabemos todos, todos, todos…»-. «Todos, pero no todo. Es decir, no todo vale, no todo es igual. El pecado no cabe en Dios», agregó.

Lo explicó así:

-«Dios ama al pecador y repudia el pecado. Hoy en día pasa paradójicamente lo contrario: este mundo ama el pecado y repudia al pecador. Por ejemplo, mientras que dice que el aborto es un derecho y un avance social, luego ignora a las mujeres que han abortado».
-«Es frecuente que se confunda la misericordia con el relativismo: `¡Tranquilos, no pasa nada, haz lo que te dé la gana, Dios es misericordioso!´».
-En la práctica, se mal utiliza la palabra misericordia, hasta el punto de negar la existencia del pecado. Se olvida por completo que Cristo nos urge en el Evangelio a la conversión.
-«También existe la malformación de la palabra misericordia, para reducirla a un sentimiento de puro emotivismo. ¡Pobrecillo, qué lástima me da, me siento impactado… El ejercicio de la misericordia se reduce a consolar».
-«La verdadera misericordia de Dios es un amor que nos transforma y nos hace nuevos. La palabra misericordia de Dios está ligada a la imagen de las entrañas de Dios, que con su perdón me permite volver a nacer a la vida de gracia. Nos permite nacer de nuevo».

Fuente: religionenlibertad

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