LA VIDA ETERNA
El culto al cuerpo a prolongar nuestra “lozanía” más años y parecer más jóvenes solo es algo efímero, momentáneo, esporádico, es querer buscar la fuente de la
“eterna juventud” algo deseado por infinidad de personas a lo largo de los siglos. Sin embargo, para nosotros los cristianos la fuente de la vida eterna es Dios.
El 1 de noviembre festejamos el día de todos los santos, acudimos a los cementerios para honrar a nuestros seres queridos que reposan en ellos. Los que no son cristianos y no creen en la resurrección, ignoran que solo morimos en cuerpo pero que alcanzamos la vida eterna. La muerte no es el final, como no lo fue para Jesús.
En estos días recemos por nuestros difuntos, acordémonos de ellos y demos gracias a Dios porque están junto a ÉL.
“Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá” (Juan 11: 17-27)
Antonio Vaquerizo