¿PIDES A DIOS Y «NO TE HACE CASO»?

¿PIDES A DIOS Y «NO TE HACE CASO»? -Blog Parroquia Sta. Beatriz - 2023

¿PIDES A DIOS Y «NO TE HACE CASO»? -Blog Parroquia Sta. Beatriz - 2023

«Pedid y se os dará», dice la Biblia. Sin embargo, ¿cuándo será eso? ¿ahora? ¿cuando nos convenga? ¿quizá nunca? Todos los hombres luchamos con ese gran misterio de la voluntad de Dios. A veces en nuestras propias carnes y otras al ver a nuestro prójimo sufrir.

Una persona está perdiendo a su hija a causa del cáncer, otra luchando por encontrar trabajo y otra tiene un marido alcohólico. Algunos dicen: «He estado orando y Dios no responde». Lo interesante es que Él no suele explicar por qué debemos sufrir, por qué tarda en contestar o por qué simplemente dice que no.

Pensemos, por ejemplo, en cómo Dios respondió a Job. Quería respuestas a su sufriendo. Dios le habló desde la tormenta, reprendiéndolo con preguntas duras. Al final no le dio ninguna respuesta real y, sin embargo, lo acabó restaurando.

Es en medio de los misteriosos caminos de Dios donde debemos recordar que, si somos fieles, Dios nos restaurará algún día. Aunque, es cierto, cuando hay pruebas, la promesa de una restauración futura puede parecer algo teórico. Por eso, muchas veces lo mejor que podemos hacer es seguir confiando y no sucumbir a la desesperanza.

Las Escrituras dan algunas respuestas sobre por qué Dios a veces tarda en contestar y por qué otras veces dice directamente que no. Si bien es posible que estas explicaciones no siempre nos satisfagan, sí brindan una enseñanza que puede ayudarnos a no permitir que nuestra tristeza nos aleje de la fe.

Veamos algunas de estas explicaciones.

1- Dios podría no estar de acuerdo

Muchas veces pensamos que sabemos bien qué es lo mejor para nosotros. Queremos tener este trabajo o queremos que tal persona se enamore de nosotros. Queremos ser curados de cierta enfermedad o tener un buen coche. Lo vemos como algo bueno para nosotros y estamos seguros de que Dios debería verlo también de esa manera.

Pero, es posible que Dios no esté de acuerdo con nuestros análisis. Por ejemplo, podríamos querer que Dios respondiese afirmativamente a nuestra oración de que ningún hijo naciese discapacitado. Sin embargo, Dios podría entender que esa experiencia de la discapacidad es justo lo que nosotros o el niño necesitamos para nuestra salvación.

San Pablo pidió ser liberado de la aflicción en este pasaje: «Tres veces le rogué al Señor que me dejara, pero él me dijo: ‘Te basta mi gracia, porque el poder se perfecciona en la debilidad’».

La cuestión es que realmente no sabemos muchas veces qué es lo mejor para nosotros o para la otra persona. Podemos pensar que lo sabemos, pero no es así. El ‘no’ de Dios a Pablo en realidad ayudó a salvarlo. Le ayudó a comprender mejor el poder de la cruz en su vida y a darse cuenta de que debía aprender a depender de Dios.

2. Dios es amor… pero no un ‘blando’

Muchos confunden el amor con la bondad o incluso con la blandura. La bondad es un atributo común del amor, pero no es lo mismo. Todos los padres saben que a veces deben corregir a sus hijos y que lo deben hacer con amor. Los padres que siempre son «amables» y nunca castigan a sus hijos, en realidad los miman; el no corregirlos no demuestra amor verdadero.

A veces los padres limitan la libertad de los hijos para que hagan lo correcto. Llevarán al médico al niño, aunque no quiera ir, o insistirán en que terminen sus tareas antes de jugar. Los padres pueden dar un «no» rotundo a cosas que saben que son perjudiciales. El amor a veces dice que «no», incluso infligiendo sufrimiento cuando es necesario.

Dios es también un padre. Dios nos disciplina para nuestro bien, para que podamos llegar a compartir su santidad. La disciplina no parece agradable en ese momento, sin embargo, más tarde produce paz.

3- Nuestra petición viola la libertad de otro

Suele ser muy común rezar por la conversión de otras personas. O para que tomen alguna decisión que nos conviene más. Dios es omnipotente y podría conseguirlo, pero esto violaría la libertad de decisión de esa persona. Si la libertad depende del capricho de Dios, entonces en realidad no es libertad.

Dios puede exhortarnos a través de la Iglesia y de la Palabra. Puede enviarnos gracias especiales, pero al final cada uno de nosotros es libre. Dios nunca obligará a alguien a elegir algo que otra persona quiere o pide en oración. La Biblia siempre reafirma nuestra libertad: «Delante de ti tienes fuego y agua; escoge lo que quieras. Delante de cada uno están la vida y la muerte, y cada uno recibirá lo que elija» (Eclesiástico 15:16-17).

4. Nuestra petición infringe daño a terceros

A veces podemos pensar que somos lo más importante en la agenda de Dios. Quizás queramos un día soleado para nuestro picnic, pero los agricultores necesitan desesperadamente la lluvia. ¿De quién es la necesidad más importante? Parecería que la de los agricultores, pero incluso esto es asunto solo de Dios.

El profeta Jonás fue a predicar a los ninivitas, pero no quería que se convirtieran. Prefería que rechazaran el arrepentimiento y fueran destruidos en cuarenta días. Jonás tenía buenas razones: los ninivitas estaban acumulando un ejército que era una gran amenaza para Israel. Sin embargo, los ninivitas se arrepintieron.

Dios reprendió entonces a Job con estas palabras:
«¿Cómo no voy a tener lástima de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir el bien y el mal?» (Jonás 4:9).

Si bien es cierto que no solemos pedir daños para otros, a veces puede darse el caso de que lo que pedimos afecte negativamente a terceros.

5- Nuestra fe no es lo suficientemente fuerte

Jesús dijo: «Todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis» (Mateo 21:22). Y el Libro de Santiago dice: «Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte. Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste» (Santiago 1:6-7). Está también el caso de Nazaret, donde el Señor no pudo hacer milagros, tanto que su falta de fe lo entristecía.

6. Pedimos cosas inapropiadas o por motivos equivocados

El Libro de Santiago dice: «Si piden algo y no lo consiguen es porque piden mal; y no lo consiguen porque lo derrocharían para divertirse».

7. Una barrera entre Dios y nosotros

A veces el pecado del que no nos arrepentimos levanta una barrera entre nosotros y Dios, de modo que nuestra oración queda bloqueada.
«Mirad, no es demasiado corta la mano de Yahveh para salvar, ni es duro su oído para oír, sino que vuestras faltas os separaron a vosotros de vuestro Dios, y vuestros pecados le hicieron esconder su rostro de vosotros para no oír» (Isaías 59:1-2).

Al final de todo tenemos que aceptar el misterio de la oración y entender que no todo se puede explicar. Solo vemos un trozo del panorama completo que Dios puede ver. Por eso, la humildad debe ser nuestra disposición constante.

Fuente: religionenlibertad



LA FAMILIA, ÚLTIMA TRINCHERA ANTE LAS IDEOLOGÍAS: 7 PASOS PARA HACER DE TU CASA UN «HOGAR CATOLICO»

La familia, última trinchera ante las ideologías: 7 pasos para hacer de tu casa un «hogar católico» - Blog Parroquia Santa Beatriz - 2023

La familia, última trinchera ante las ideologías: 7 pasos para hacer de tu casa un «hogar católico» - Blog Parroquia Santa Beatriz - 2023

El felpudo de una casa puede decir mucho de lo que los visitantes van a encontrar. Los hay viejos y corroídos, otros tienen mensajes que «invitan a entrar» como «si pasas, que sea con cerveza», están los que parecen incluso una obra de arte o hay casas que ni los tienen. Para Chiti Hoyos pueden ser incluso una alegoría evangélica. Especialmente si se entiende desde la incipiente Teología del Hogar, disciplina nacida en Estados Unidos que encuentra en Carrie Gress y Noelle Mering dos de sus principales exponentes.

Con la reciente publicación de Dios bendiga esta casa. Pequeño compendio de Teología del Hogar (Nueva Eva) Hoyos es una de las responsables del aterrizaje de la Teología del Hogar en España. Si se ve de forma superficial el Theology of Home de sus colegas americanas, podría parecer reducirse a una revista de decoración de interiores. Lo cierto es que esta disciplina busca la belleza del hogar, pero no desde un punto de vista meramente estético, sino trascendental.

La teóloga Lina María Gaviria Forero la definió así en 2022: «Es la comprensión del hogar desde la fe cristiana, a la luz de la cual el creyente profundiza en su significado en el plan de Dios y reconoce el hogar como lugar de santificación para la familia«.

Aunque de forma amable, la Teología del Hogar es una encarnizada trinchera en defensa de la fe frente a los atropellos de la posmodernidad. Cada vez son más los que contemplan cómo se adoctrina a los hijos sin posibilidad de réplica, cómo se descompone la familia o cómo nuevas ideologías penetran sutil o agresivamente hasta vaciarla de significado: el hogar, la familia, son «el último bastión», se dice. Pero ¿hay posibilidad de defenderse y hacerlo construyendo?

Desde las primeras páginas de Dios bendiga a esta casa, Hoyos expone como la misma historia de la Iglesia comenzó en un hogar, cuando a la Sagrada Familia se le negó el refugió y José y María hubieron de refugiarse en un pesebre que transformaron en la cuna de Dios, un hogar católico y acogedor.

Pero hoy, como para la Sagrada Familia, sigue sin ser sencillo encontrarlo o edificarlo. «¿Qué es lo que hace que un hogar sea católico?» es la primera pregunta que se hace la autora, licenciada en Derecho por la UNED, máster en Ciencias de Matrimonio y Familia por el Pontificio Instituto Juan Pablo II, esposa y madre de ocho hijos. En redes sociales se la conoce como La samaritana (@Damihibibere). Como respuesta, ofrece siete formas de lograr, o al menos identificar, el «hogar católico»:

1º ¿Encontraría Dios su delicia en nuestra casa… o desorden y suciedad?

Hoyos parte de la base de que la fe «se muestra en la forma de cuidar de la casa y la familia» y de que el modo en que se aborda este cuidado depende mucho de si se contempla o no con los ojos de la fe.

«Mirando como Dios mira nuestro hogar podemos descubrir que Él se regocija en medio de sus creaturas. Un verdadero hogar católico es un hogar donde Dios se pasea, donde encuentra su delicia. Una casa llena de desorden o sociedad no muestra el gozo del paraíso. Se trata de aplicar la norma de San Benito, el ora et labora, y al terminar las tareas de la casa, gozar del trabajo bien hecho y de la compañía del Señor, que tan generoso ha sido a la hora de proporcionarnos un hogar donde se le da gloria», explica.

2º Toda la familia rezando el rosario, anhelo del hogar católico

Medallas, detentes, rosarios, agua bendita, crucifijos en los cuartos, cuadros… Todo eso que en el cine se representa muchas veces como estrambótico es para Hoyos la materialización del primer mandamiento en el propio hogar… y «ayuda» en la vivencia de la fe.

«Como somos frágiles, un católico necesita llenar sus casas de signos que recuerden su fe, pero no como mera decoración, sino para elevar el alma a Dios, avivar el espíritu y encender el corazón», explica. Hasta el punto de que recomienda, si es posible, tener un altar o un pequeño oratorio en casa, «con imágenes u objetos que muevan a la devoción» y la oración. Esta, añade, «es tan necesaria para un católico como la respiración» y es un rasgo especialmente distintivo del hogar católico que se rece en familia. «Las familias católicas guardan en su corazón el anhelo de ver a toda la familia junta rezando el rosario a diario, no todas lo consiguen, pero todas lo desean».

3º La liturgia doméstica, centro del hogar católico

Si la Santa Misa es el centro de la vida cristiana, la liturgia también debe serlo «del auténtico hogar católico». En él, dice la Teología del Hogar, se puede identificar cuando es Adviento, Cuaresma, Semana Santa o Pascua con sencillas costumbres como la corona, películas de la pasión o flores a la Virgen en sus fiestas. Se trata, dice Hoyos, de «caminar al ritmo de la Iglesia» desde el hogar, con una suerte de «liturgia doméstica» conformada por pequeñas rutinas como bendecir la mesa, rezar antes de acostarse o acariciar la imagen del Sagrado Corazón al entrar o salir de casa. Y como no hay liturgia sin ofrendas, agrega, estas son «las pequeñas tareas domésticas que hacemos pensando en el Señor: hacer las camas, limpiar el polvo o fregar el suelo son como las oraciones que se recitan en las letanías, gestos que apuntan al cielo».

4º Bendecir el hogar, mucho más que «agua bendita en el sofá»

Convencida no solo de que «Dios forma parte de la familia», sino de que «es tu familia», Hoyos invita a «darle una llave para que pueda entrar cuando quiera», y la mejor es la bendición del hogar. Hacerlo, dice, «es protegerlos del mal en virtud de la pasión de Cristo».

Pero bendecirlo con agua bendita «no es suficiente». «El demonio nunca se rinde. No puede soportar haber sido expulsado, así que espera pacientemente el momento óptimo para regresar. Por eso digo que no basta con que el sacerdote diga la bendición. Lo que verdaderamente nos protege es la gracia de Dios. Hace falta vivir el hogar de forma virtuosa, llevar en él una vida sacramental y de oración, perdonar y ser perdonados, que Cristo reine en el hogar, que la Virgen ejerza su maternidad espiritual sobre la familia y que San José nos custodie como hijos suyos. Hay que invitar a los tres a habitar bajo nuestro techo».

5º Que todo el que entre se sienta «como en casa»

Desde la Teología del Hogar, se contempla al hogar como «un refugio donde descansar y reponer fuerzas después de un día duro lleno de tentaciones, pruebas, caídas y sufrimientos«. Por eso, dice Hoyos, «nuestra casa ha de dar acogida a las personas que habiten en ella y resultar acogedora para los que nos vistan», haciendo «todo lo posible para que se sientan cómodas». En definitiva, «que a todo el que venga, el entorno le de la suficiente confianza como para abrir el corazón, elevar el espíritu y descansar el alma«.

6º Hogar católico, ergo «hermoso y bello»

En este Compendio de Teología del Hogar, la autora afirma que las familias católicas, vivan donde vivan, deben «aportar belleza» allí donde se encuentren. Y aquí entra en juego ese aparente manual de decoración que es Theology of Home: «No hace falta gastar mucho dinero.

Unos jarrones, macetas de geranios en la ventana, unas velas y un edredón o una colcha sobre el sofá contribuyen a llenar de belleza una casa de forma muy simple y natural. Una habitación cambia completamente al volverla a pintar de otro color».

7º Llevar palomitas o dejarse invitar: que el hogar hable de ti y sea único

Partiendo de la base de que «cada persona es única e irrepetible», Hoyos afirma que la fe católica en el hogar supone todo lo contrario a un hogar impersonal que no hable de los gustos de quien lo habita. Por eso, dice, «no vas a encontrar dos hogares católicos exactamente iguales, pero todos van a ser muy personales». Así, si hay sofisticadas sartenes de amantes de la cocina, lo lógico es aceptar las invitaciones que el anfitrión haga para cenar o si es cinéfilo, llevar palomitas.

Pero precisamente por esa personalidad única del hogar católico, Hoyos destaca la importancia de que si lo que se almacena en casa no expresa nada del anfitrión, es mejor deshacerse de ellos, ya que «crean un desorden innecesario y distraen de las cosas importantes».

Como la gracia, dice, el hogar «cambia y crece con nosotros», por eso «mejor tirar lo que no nos representa y dejar espacio a lo que está por venir».

Fuente: religionenlibertad



VIO UNA IGLESIA ABIERTA, ENTRO, REZO… Y SE HICIERON CATOLICOS

VIO UNA IGLESIA ABIERTA, ENTRO, REZO... Y EL Y SU FAMILIA SE HICIERON CATOLICOS - BLOG PARROQUIA SANTA BEATRIZ - 2023

VIO UNA IGLESIA ABIERTA, ENTRO, REZO... Y EL Y SU FAMILIA SE HICIERON CATOLICOS - BLOG PARROQUIA SANTA BEATRIZ - 2023

Vale la pena que las iglesias tengan las puertas abiertas y la gente pueda entrar en días de entre semana, que pueda rezar, poner velas o simplemente mantenerse allí en silencio. Hay gente con inquietudes espirituales, quizá ni siquiera católica, que busca precisamente eso. Y a través de unas puertas abiertas puede entrar en la comunidad cristiana.

Es el caso de David Gardner, de Rochester (Míchigan, EEUU): encontró una iglesia abierta, entró, se sintió atraído… y unos meses después se hacía católico, y atraía con él a la Iglesia a toda su familia.

Creyente, pero desconectado

David Gardner fue durante su juventud a una iglesia evangélica no denominacional. Allí conoció a Juliet, que sería su esposa. Juliet fue bautizada como católica maronita, un rito católico oriental muy difundido en Líbano y entre la diáspora libanesa en EEUU. Pero se alejó de la fe de su infancia y acudía a esta otra iglesia. Sin embargo, con el paso del tiempo, David se sintió cada vez menos satisfecho con los servicios religiosos de esa comunidad. Sentía que les faltaba profundidad.
«Durante años, me sentí cada vez más desconectado de ese estilo de iglesia. Mi familia iba allí, pero a mí no me alimentaba, no sacaba gran cosa de ir».David creía en Dios, pero quería ‘algo más’.

Su primera misa, en una Nochebuena

En cierta ocasión, David acudió a una misa de Nochebuena en una iglesia católica, y la experiencia le emocionó por su belleza y majestad. «Fue mi primera relación con la Iglesia Católica. No sabía nada sobre ella. No sabía nada de su sacralidad [de la Eucaristía]. Yo partía de cero. Pero me puso en un camino: yo quería que Dios volviera a mi vida».

Pasando el tiempo, David quería volver a sentir esa experiencia. Como viajaba bastante por razones de trabajo, a ratos perdidos miraba a ver si encontraba iglesias abiertas. Y un día encontró el Santuario y Basílica de la Florecita en Royal Oak (). 

La puerta estaba abierta. Entró. Rezó un poco, encendió unas velas mientras rezaba. Y unas semanas después volvió. Y volvió.
«Lo bueno del santuario es que está abierto todo el día», explica. Cada mes se las arreglaba para ir a esta iglesia a rezar, aunque estaba a 40 minutos de su casa. Y pronto también se quedó a misa, y repetía.
«Yo pensaba: ‘uau, esta misa es increíble’. ¡Entonces yo no sabía que todas las misas en el mundo son la misma! Me atraía, me hacía volver… y no sabía que en mi parroquia local hacían la misma misa», explica.

Un proceso para toda la familia

David habló con su esposa Juliet de lo que estaba viviendo. Él se apunto al curso de iniciación católica para adultos del Santuario, donde pronto le remitieron a la parroquia más cercana a su casa, Saint Andrew en Rochester. Mientras tanto, Juliet poco a poco empezó a redescubrir la fe católica de su infancia.

En la Vigilia Pascual de abril de 2022, David fue confirmado y recibió la Primera Comunión en su parroquia local. Unos días después, David y Juliet convalidaron sus votos matrimoniales según el ritual católico.
El Detroit Catholic le entrevistó un año después. David explicó que sigue asombrado de que Dios le atrajera a través de la misa, de su belleza, de una parroquia de puertas abiertas…

«Cuanto más aprendo de la fe y cómo se aplica, y de los sacramentos, y de la Eucaristía, más sentido le encuentro», dice. En su caso, con un trasfondo de «trabajar con ordenadores, con ceros y unos binarios», le gusta «rendir cuentas» en su vida día a día, repasar que cada día sigue la voluntad de Dios.

Esta Vigilia Pascual de 2023 se bautizó su hijo Tyler y uno de sus primos. Él, muy feliz, les anima a confiar en las indicaciones de Dios. «En mi caso, abandoné mis ideas preconcebidas y viví al experiencia de dejar que Dios me toque como Él quiere tocarme», explica. «Participar en la misa, en la Eucaristía, es algo que cada semana espero, continuamente me da paz», afirma tras un año de vida católica.

Fuente: religionenlibertad



CIENTIFICOS POR LA VIDA, SOBRE EL CONSTITUCIONAL Y EL ABORTO

Científicos por la vida, sobre el Constitucional y el aborto - Blog Parroquia Santa Beatriz - 2023

Científicos por la vida, sobre el Constitucional y el aborto - Blog Parroquia Santa Beatriz - 2023

«Incomprensible», «irracional», «repugna» o «causa sonrojo»: son solo algunas de las últimas consideraciones emitidas por la organización de científicos e investigadores por la vida CIVICA en torno a la nota del Tribunal Constitucional que reconocía el aborto como un derecho constitucional hace una semana.

Causa sonrojo la manipulación

Tanto de términos como de conceptos jurídicos, en una resolución que no se inspira ni en argumentos científicos ni jurídicos, sino exclusivamente proclamas populistas, carentes de rigor y basadas en la ideología de género», comenzaba comunicado de la organización presidida por el catedrático, doctor y anteriormente profesor de la Cátedra UNESCO de Bioética y Biojurídica Nicolás Jouvé de la Barreda.

A juicio de la asociación de investigadores y científicos, la sentencia del Constitucional se trataría de una incoherencia, pues «no puede protegerse la dignidad humana» -como afirma la Constitución en el artículo 10- «sin asegurar» la propia vida. Por ello, argumentan los firmantes, «la sentencia del Tribunal Constitucional de 1985 reconoció como un bien digno de protección la vida del niño ya concebido, al margen del debate de si está o no incluido en el artículo 15 de la Constitución Española».

«Incomprensible, irracional, repugna al sentido común»

También denuncian esta decisión como algo «incomprensible» pues «no se entiende que se produzca una limitación de los derechos constitucionales de la mujer a medida que avanza el embarazo y el desarrollo del feto».

«No se explica qué derechos quedan limitados por el embarazo -porque no es cierto que esto ocurra-. Además, es incomprensible sustentar la existencia de un derecho pasajero en la madre que dependa de la edad de un tercero», argumentan.

Asimismo, los firmantes califican de «irracional» el «derecho de autodeterminación en la mujer» mencionado por el Constitucional, pues de existir ese derecho, «la mujer podría autodeterminarse, por ejemplo, quitándole la vida al recién nacido o a cualquier otro ser humano ya nacido».

Los investigadores y científicos cuestionan, que la sentencia considere un «acto médico» a la supresión de una vida humana.

En este sentido, manifestaron que «repugna al más elemental sentido común» y que «el aborto no es un acto médico«, pues según el primer artículo del Código Deontológico «todo acto médico se caracteriza por tres elementos: solo lo puede ejecutar un `profesional médico´; su finalidad es la curación, alivio, prevención o promoción de la salud; y ha de ser legal, o sea, acorde a la `lex artis´».

CIVICA

Por otro lado, CIVICA considera que el Constitucional «se excede en sus funciones» en lo relativo a la objeción de conciencia, que queda limitada a los médicos que practiquen el aborto, impidiéndose al resto del personal relacionado con el mismo. Una decisión que violaría igualmente el Código Deontológico, que afirma: «La objeción de conciencia es el derecho del médico a ser eximido del cumplimiento de los deberes constitucionales o legales por resultar dicho cumplimiento contrario a sus propias convicciones«.

«Pretender prohibir el ejercicio de la objeción de conciencia a los médicos a quienes se quiere imponer la realización del aborto demuestra el conocimiento de estar exigiéndoles que cometan un acto contrario a la moral médica«, concluye CIVICA.

Fuente: religionenlibertad



EL MILAGRO DE LA VIDA

El milagro de la vida - Blog Parroquia Sta. Beatriz - 2023

El milagro de la vida - Blog Parroquia Sta. Beatriz - 2023

Ser científico tiene la ventaja de que las razones biológicas, especialmente genéticas, que demuestran cuándo comienza la vida humana, son accesibles. El resto, la inmensa mayoría, como decía Julián Marías en La cuestión del aborto, “las admiten «por fe»; se entiende, por fe en la ciencia”. Pero siempre hay espacio para que el científico se asombre y se maraville como simple “espectador” de lo que acontece en esa etapa que transcurre desde la concepción hasta el nacimiento. Ese privilegio lo tienen los científicos del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, a cuyas dotes didácticas se unen también las “poéticas” para describir El milagro de la vida.

Comienzo del milagro de la vida

Todo comienza con la unión de los gametos masculino y femenino, dando lugar a un proceso biológico impresionante, que comienza con una sola célula, “una innovación radical de la realidad” (Julián Marías) y cuyo potencial es sorprendente. El programa de desarrollo contenido en su dotación genética es un auténtico prodigio, desplegándose como un complejísimo manual de instrucciones. La célula inicial, el cigoto, contiene toda la información para desarrollar un sofisticado programa de diferenciación, perfectamente ordenado, progresivo, de complejidad creciente, y que evoluciona sin interrupción camino del nacimiento, de la edad adulta y de la muerte.

Las células embrionarias se dividen y especializan progresivamente a medida que el embrión emprende su primer viaje a través de las trompas de Falopio de su madre. No lo hace solo, sino que progresa en cada etapa ayudado por ella gracias a que envía sustancias químicas como respuesta a las que primeramente segrega el embrión a modo de “señales” que avisan de su presencia. Un singular diálogo maternofilial de reconocimiento mutuo, preparatorio del lugar en el que anidará definitivamente, pues con ello se evita la posible respuesta inmune de la madre hacia su hijo, al ser genéticamente distinto a ella.

Su hijo no es su enemigo

Como lo son las bacterias, virus, hongos, tumores o incluso tejidos trasplantados de donantes que pueden generar rechazo. El sistema inmune de la madre sigue protegiéndola a la vez que respeta algo que, siendo completamente distinto a ella, reconoce valioso: su propio hijo. El viaje llega a su fin cuando el embrión (llamado entonces blastocisto) llega al endometrio uterino, que se habrá dispuesto o no para acogerlo. En ocasiones por causas naturales no está en condiciones, otras veces, provocadas. La píldora del día después tiene esa misión: lograr un lugar inhóspito para albergar la vida. El frágil e indefenso embrión no tendrá ninguna opción de ser acogido y pasará de largo precipitándose a una muerte segura.

La propia naturaleza

Opera ese “cortejo” entre madre e hijo que discurre completamente ajeno a la voluntad de la madre, del que, sin embargo, puede renegar… ¡Es mi cuerpo, mi útero, luego es mi decisión! No es cierto. Su cuerpo y su útero están diseñados asombrosamente para acoger, para proteger el cuerpo de su hijo… pero, a pesar de ello, sí es su decisión.

La OMS

No define el embarazo hasta que el embrión se implante en el útero. ¿Qué mensaje transmite? Es obvio que con ello genera una falsa impresión respecto a cuándo comienza la vida y su responsabilidad es ineludible “aligerando conciencias” respecto al uso desaprensivo de medicamentos abortivos como la “píldora del día después”. Nunca se podrá saber si ha habido o no concepción, luego todos los abortos por este método no aparecen nunca en las estadísticas.

Han sido múltiples los intentos por negar, desfigurar, minusvalorar… el milagro de la vida que se desarrolla ocultamente en el vientre materno. Lo que jamás se ha pretendido cuestionar en cualquier otra especie se ha pretendido con el ser humano: definir un cambio de naturaleza en la evolución del embrión en sus etapas iniciales denegándole su identidad humana como “por decreto”. El término preembrión se propuso en los años ochenta, tras la aparición de la fecundación in vitro. 

El aborto

El útero en el vientre materno debería proporcionar la mejor protección y seguridad al no nacido. Esto hoy no se sostiene. De 252 millones de embarazos al año en el mundo, el 29%, 73 millones de seres humanos, no verán la luz (OMS). Son 2,35 los abortos por segundo. Estos datos estimados, y los que no se pueden ni contar, como los resultantes de la “píldora del día después”, revelan que el aborto es (con mucha distancia respecto a las demás) la principal causa de muerte de la humanidad, lo que ha llevado a que la Asociación Internacional de Médicos Católicos (FIAMC) afirme que “el útero se ha convertido en el lugar más peligroso para la vida humana”.

Otra derivación social de la fecundación in vitro es la maternidad subrogada. Últimamente ha tenido mucha repercusión por la “maternidad” de Ana Obregón. Ha habido mucho debate en los medios, pero parece que “ojos que no ven, corazón que no siente”, casi todos se olvidan o ni siquiera les consta que, para generar esa vida, otras se han destruido o esperan congeladas el mismo destino.

La Iglesia

Es firme en considerar que es moralmente inaceptable la sola fecundación in vitro, sea cual sea su derivación, porque se manipulan y se descartan vidas de seres humanos. Esto debería servir para cualquiera, sean cuales sean sus creencias religiosas, o la ausencia de ellas. Seres humanos, a quienes Dios ha insuflado el alma. Igual quien tiene ese deseo antes de morir, no sabe exactamente lo que conlleva la fecundación in vitro, o sabiéndolo, no puede ver con “claridad” lo que entonces verá… “porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido” (1 Corintios 13, 12).

Como he sido conocido por Dios como Su proyecto desde antes de ser concebido: “Antes de que yo te formara en el vientre de tu madre, ya te conocía» (Jr 1, 5). No puede expresarse mejor la dignidad que otorga Dios a cada ser humano concebido, sea en el vientre materno, o sea en un laboratorio, sea querido, o sea descartado: “Aunque olvide ella [la madre] yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo grabado” (Is 49, 15-16). En nuestra época, más que nunca, estas palabras resuenan cada segundo…

Fuente: religionenlibertad



ENTRAMADOS DE AMOR: PROYECTO PARA CULTIVAR BUENOS SENTIMIENTOS

Entramados de amor: un proyecto para cultivar los buenos sentimientos

Entramados de amor: un proyecto para cultivar los buenos sentimientos

“Entramados de amor”: es el título del trabajo gráfico-multimedia que ganó en la sección primaria de la tercera edición del concurso nacional para los colegios 2022-2023 “Una ciudad no basta. Chiara Lubich ciudadana del mundo”, promovido por el Centro Chiara Lubich en colaboración con el Ministerio de la Educación y el Mérito, la Fundación Museo Histórico de la Provincia de Trento y New Humanity del Movimiento de los Focolares. Este vídeo fue realizado por los niños del 1° A del “Instituto Comprensivo Camerano – Juan Pablo II – Sirolo” de la localidad de Camerano (Ancona-Italia), guiados por su maestra, Cinzia Malizia.

Maestra Cinzia, ¿cómo llegó a enterarse de este concurso?

Como surge del vídeo que hemos realizado, mi grupo es muy activo, por momentos incluso complejo y difícil de gestionar. A pesar de que son niños de 7 años, me han dado bastante trabajo, y al ser de alguna manera hijos del Covid, yo notaba un cierto esfuerzo para entrar a sus sentimientos, a sacar de ellos “algo bueno”, gestos buenos y buenas palabras.

Me pregunté: “¿cómo puedo llegar al corazón de estos niños?”. Empecé a buscar algún proyecto, algún concurso entre los que promueve el Ministerio de la Educación y el Mérito que pudiera servir, sobre todo alguna figura que pudiera ser un ejemplo. Así llegó Chiara Lubich, una figura de la que había oído hablar pero que conocía poco. Empecé a leer su historia y, poco a poco, junto con los niños, construimos un camino con el objetivo de hacerles descubrir a ellos esa curiosidad, esa sorpresa, ese estupor que lamentablemente en la sociedad de hoy parecen haberse perdido.

¿En qué han trabajado particularmente?

Con ellos quise trabajar mucho sobre las emociones, para entender bien qué había dentro de ellos. Encaramos el miedo, trabajamos en el enojo, la alegría y surgieron muchas experiencias. Empezaron a hablar, a expresarse a su manera, y lo que era el punto débil de mi grupo se transformó en un verdadero punto de fuerza. “Del miedo encontramos la valentía” se oye decir en nuestro vídeo y ellos fueron los primeros en entender lo bien que hace al corazón pedir perdón, decir “gracias” o “buenos días”.

Por ello, veo ahora que esa distancia inicial se está acortando. No quiere decir que ahora los niños estén totalmente cambiados, siguen siendo niños que no se quedan quietos nunca, que gritan y que no respetan las reglas, pero empieza a haber gestos que son pequeños pero al mismo tiempo son grandes porque parten de un camino que hemos transitado juntos.

Chiara Lubich en todo ello ha sido una guía, una figura que daba seguridad, como si fuera una “abuela” que, con sus mensajes de amor, de esperanza y con su ejemplo, trabajó realmente para crear un mundo mejor. Incluso simplemente dirigirse al otro con amor, siempre, prescindiendo de la extracción social, la religión, el color de la piel o la cultura los impactó mucho.

Han hecho la experiencia de todo ello en clase, por ejemplo con un compañero musulmán y eso quiere decir cultivar los buenos sentimientos, tener esperanza en una sociedad distinta. Nosotros docentes no podemos rendirnos. Estos niños tienen mucho para dar.

¿Cómo reaccionaron los niños cuando supieron que habían ganado el primer premio?

Estaban muy contentos. Habíamos trabajado durante meses y creo que realmente se lo merecían. Lamentablemente no pudimos encontrar el dinero para poder ir todos a Trento para la premiación. Con algunos nos conectamos, mientras que los niños que estaban presencialmente eran seis, acompañados por sus respectivas familias que con gran alegría se pusieron a disposición con sus coches para viajar.

Ellos también estaban muy felices por este proyecto, trabajamos mucho juntos, tan juntos que a fin de año haremos una actuación justamente sobre las emociones. Los mismos padres están colaborando en la construcción de buena parte de todas las máscaras que usarán los niños; algunas de ellas incluso las llevamos a la premiación. Por ello, nuestro viaje no concluye aquí. La Directora, la Doctora Flavia Maria Teresa Valentina Cannizzaro, al comienzo me decía: “maestra, son tan pequeños, ¿entienden lo que Ud. les dice?” y yo le decía que sí; aunque más no fuera han escuchado, y escuchar cosas buenas no daña a nadie.

Creo que es importante que los niños comprendan también que son capaces, que lo que vale es ser buenos, tener una bondad de ánimo que nos permite cambiar las cosas para mejor. Creo que la experiencia de Chiara Lubich los ha ayudado verdaderamente.

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