Preparándonos a la primera comunión

TU PRESENCIA

..
Abstraída en tu
presencia
Imagino tu mirada
Y me sumerjo en tu amor…
Nada deseo más, nada
que, que me invada.
Quiero partir a tu lado
mi oración torna en clamor
Volar afortunada,
Y sentir por fin tu consuelo
Tal es mi angustia y anhelo
que me invade el dolor
Deseo abandonar este mundo
Y miro a mi alrededor…
Y despierto…
¡Mi egoísmo me desborda!
¡emerge un no rotundo!
Y me rodea el terror
Lloro por el desprecio
con el que el mundo te hiere
Me duelen las afrentas
la actitud del necio
Siento que mi corazón muere…
Lloro…
Imagino un mundo justo
con almas limpias y puras
Oro…
Y transmitir decido…
lo que contigo
he aprendido:
Enseñarles a ser luz
Que con tu ayuda, mi Dios
conozcan de mi mano
lo que entregaste en la cruz
Transforma oh Señor su corazón endurecido,
absorbente y posesivo,
que del Espíritu reciban
tal fuerza emotiva,
tal firmeza afectiva,
que solo deseen darse desinteresados sin medida
Provee en mí don humilde,
una generosa entrega sin resistirme
Que todos somos hermanos
Entonces…
Esperar pues debo
para que Tu acción les transforme
y su Alma sea invadida por el ardor
de tu infinito amor
Ahora… nada ansío más, nada
Que su alma a ti se abandone
Que se conviertan en luz
En instrumentos de tu amor
Esperar me veo obligada
a que sientan como yo
Miranos con tu mirada
Con tu mirada de amor
Que mi clamor y mi dolor
Se transformen en batalla luchada….. y ganada
Abstraída en tu presencia
Imagino tu mirada…
y me sumerjo en tu amor…
¡Qué dulce espera!
Pronto estaré a tu lado
con mis hermanos…
volaremos juntos en comunión.
Miriam
QUEDO PARAPLEGICA ESQUIANDO

Una joven desde el cielo intercediendo por otra en la tierra. Esto es lo que ocurrió con la beata Chiara Badano y Astrid, una chica que se recuperó de manera insólita de quedarse parapléjica en el último día de la novena dedicada a esta joven beata.
Todo ocurrió cuando Astrid tenía 20 años. Esos días se fue a Suiza a esquiar. La montaña estaba llena de nieve y se atrevió a realizar algunos saltos. Todo iba muy bien. El tiempo era estupendo, brillaba el sol y su cuerpo respondía perfectamente a aquel esfuerzo que tanto le gustaba. Aquellos Alpes suizos eran su refugio frente a la rutina de París, el metro, el ritmo frenético de la capital de Francia… pero en el último salto que hizo esquiando el tiempo se paró para ella. Astrid se desequilibró y cayó violentamente contra el duro y frío suelo de la pista de esquí. Un estremecedor y desconocido dolor recorrió su cuerpo. Y de repente notó que no podía moverse.
Mujer esquiando en Suiza.
Esta joven francesa fue trasladada en helicóptero a un hospital, aunque ella para sus adentros se decía que tan sólo sería un esguince. Pero no era un esguince. Trece minutos después Astrid estaba en el hospital con una vértebra facturada y la medula espinal muy afectada. Unas horas después era operada de urgencia para evitar que la médula se partiera del todo.
Los médicos le dijeron que la gran prioridad es que pudiera mover los dedos de los pies cuanto antes. En su cabeza no aparecía el derrotismo. “Quiero bailar en mi boda y tener hijos”, repetía.
La noticia corrió como la pólvora y los amigos de Astrid empezaron rápidamente a rezar el Rosario, otros fueron al sagrario a pedir al Señor su ayuda… Lo importante era rezar urgentemente por ella. Sus amigos, pero también muchos desconocidos, iniciaron una novena a la beata Chiara “Luce” Badano para que intercediera por Astrid. Personas de Suiza, Bélgica, Francia, pero también de sitios lejanos de Asia y África se sumaron a dicha novena en lo que se convirtió en una enorme cadena de oración.
Al principio las noticias eran muy malas. Una pierna estaba muy débil, la otra ni siquiera respondía. El veredicto era claro: Astrid se había quedado parapléjica. Los médicos le dijeron que tras una larguísima y dura rehabilitación quizás pudiera recuperar algo de movilidad, pero que sería “largo y difícil”.
Un día después la joven tenía una prueba de esfuerzo que sería decisiva para su futuro. Se entrenó durante todo el día, pero no consiguió mover la pierna. Sin embargo, en el momento de la prueba y con un ejército rezando por ella en todo el mundo sus pies empezaron a moverse. Astrid no daba crédito. No sabía ni cómo ni por qué pero sus pies se movían.
El último día de la novena a Chiara Badano esta joven salía del hospital completamente curada, y sin ninguna explicación plausible de los médicos, tan sorprendidos como ella ante esta situación. En su expediente médico sigue registrada como “parapléjica”, pero en su día a día ella camina, sube las escaleras, se sienta y hasta corre… La oración hace milagros.
Quién es Chiara Badano
La beata Chiara «Luce» Badano era una adolescente italiana perteneciente al Movimiento de los Focolares que murió en 1990 cuando solo tenía 18 años de edad. Nació en Sassello, Liguria, el 29 de octubre de 1971. Su nacimiento llenó de alegría a sus padres, Ruggero Badano, camionero, y María Teresa Caviglia, obrera, quienes durante once años esperaron tener un hijo.
«Si bien en medio de una inmensa alegría, comprendimos enseguida que no era sólo nuestra hija sino que ante todo era hija de Dios», señaló su madre según la biografía publicada por los Focolares.
Chiara Badano enferma. Chiara Badano experimentó el dolor de la enfermedad desde muy jovencita. Desde muy pequeña, Chiara mostró un profundo amor por Dios, al tiempo que revelaba un carácter fuerte pero dócil, era alegre, bondadosa y muy activa. A los nueve años de edad ingresó al Movimiento de los Focolares.
A los 16 años discernió su vocación y decidió consagrarse a Dios. Mantuvo una relación muy cercana con la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich, quien le puso el sobrenombre de «Luce». Poco tiempo después le diagnosticaron un tumor en el hombro. El diagnóstico fue «sarcoma ostiogénico con metástasis», uno de los tumores más graves y dolorosos.
Chiara se propuso superar la enfermedad y comenzó un intenso tratamiento de quimioterapia, mientras trataba de seguir con su vida habitual sin perder nunca la alegría ni la fe. Entregó todos sus ahorros a un amigo que partió en misión humanitaria a África. A pesar de los esfuerzos de los médicos, la enfermedad avanzaba rápidamente y perdió el uso de las piernas.
«Si tuviera que elegir entre caminar o ir al paraíso, elegiría esta última posibilidad», dijo a sus familiares, Ya no pedía curarse, sino encontrarse con Jesús. Su fuerza conmovía a sus seres queridos y los médicos que la atendían. En julio de 1989 sufrió una severa hemorragia y parecía que el desenlace llegaría en cualquier momento.
Dijo a sus padres: «No derraméis lágrimas por mí. Yo voy donde Jesús. En mi funeral no quiero gente que llore, sino que cante fuerte». En la cama, Chiara rezaba mucho pidiendo ser capaz de cumplir con la voluntad de Dios. «No le pido a Jesús que me venga a buscar para llevarme al paraíso; no quisiera darle la impresión que no quiero sufrir más», decía y decidió preparar con su madre la que llamaba «fiesta de bodas», es decir su funeral.
Dio a su madre instrucciones muy precisas sobre cómo debía ser su vestido, la música, las flores, los cantos y las lecturas. Le pidió a su madre que mientras preparase su cuerpo se repitiera a sí misma: «Ahora Chiara Luce ve a Jesús». El domingo 7 de octubre de 1990 Chiara falleció acompañada de sus padres. Tras la puerta de la habitación aguardaban sus amigos. Sus últimas palabras fueron para su mamá: «Chao. Sé feliz porque yo lo soy». Unas dos mil personas asistieron a su funeral.
El entonces Obispo de Acqui, Mons. Livio Maritano, inició el proceso de beatificación de Chiara en 1999 y en 2010 fue beatificada por el Papa Benedicto XVI.
Fuente:
FELIZ PASCUA 2022

DAR LA VIDA CANTANDO AL AMOR
El esplendor y el ardor divino
no me calcina, sino que me templa,
me purifica, me sublima
y me dilata el corazón,
hasta el punto de que quisiera estrechar,
entre mis pequeños brazos humanos,
a todas las criaturas, para llevarlas a Dios.
Y quisiera hacerme alimento espiritual
para mis hermanos
que tienen hambre y sed
de verdad y Dios;
quisiera vestir de Dios a los desnudos,
dar la luz de Dios a los ciegos
y a los ansiosos de más luz,
y abrir los corazones
a las innumerables miserias humanas
y hacerme siervo de los siervos
distribuyendo mi vida
entre los más indigentes y desamparados;
quisiera convertirme en el necio de Cristo
y vivir y morir
de la necedad de la caridad,
¡por mis hermanos!
¡Amar siempre
y dar la vida cantando al Amor!
¡Despojarme de todo!
Sembrar la caridad a lo largo de todos los senderos;
sembrar a Dios de todos los modos,
en todos los surcos;
abismarme siempre
infinitamente
y volar siempre más alto infinitamente,
cantando a Jesús y a la Santa Virgen
y no detenerme nunca.
Hacer que los surcos
lleguen a estar luminosos de Dios;
convertirme en un hombre bueno entre mis hermanos;
bajar,
extender siempre las manos y el corazón
para recoger
peligrosas debilidades y miserias
y ponerlas sobre el altar,
para que en Dios se conviertan en la fuerza de Dios
y en grandeza de Dios.
Jesús ha muerto con los brazos abiertos.
Es Dios quien ha bajado y se ha inmolado,
con los brazos abiertos.
¡Caridad!
¡Quiero cantar a la caridad!
San Luis Orione.
Semana Santa 2022

Jueves Santo: 14 – Abril
Cena del Señor: 19 h – Hora Santa:21 h
Viernes Santo: 15 – Abril
Vía Crucis: 11 h – Oficios de la Pasión: 17 h
Sábado de Gloria: 16 – Abril
Vigilia Pascual: 21 h
PASCUA Resurrección: 17 – Abril
Misas: 12:00 – 13 – 19 h
Compartiendo estos días las
celebraciones centrales de nuestra fe.
Tiempo de cuaresma 2022

«No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a)
La Cuaresma es un tiempo de conversión designado por la Iglesia para prepararnos a celebrar el gran tiempo de Pascua. Es un tiempo de gracia , no de pena y dolor. Es un tiempo para reformarnos, transformarnos, cambiar, para experimentar en nuestras vidas la fuerza de la Vida que nace de la Resurección del Señor.