AVE MARIA

Parroquia Santa Beatriz - Leganes Madrid

Nada mas comenzar la Pascua, empieza mayo, mes dedicado a Nuestra Señora.
Cristo se manifiesta en toda Su Gloria y Grandeza tras Su Resurrección.
Para los que somos más débiles Nuestro Señor nos entrega en la Cruz a Su propia Madre para que nos acojamos a Ella y en Ella encontremos refugio y paz. Mayo es uno de los meses para reconocerle a Nuestra Señora sus maternales desvelos. Aprovechemos este mes para intimar aún mas con tan Humilde Intercesora. Aprovechemos también para ser misioneros de Su Inmaculado Corazón. ¿No es una tristeza que haya personas a nuestro lado, en nuestra familia, barrio, parroquia… Que no conozca tan portentosa mediadora? ¿No es una herida de gran dolor que nuestros vecinos no sean conscientes de tal Ayuda Celeste? Pongamos cada día de este mes a una persona de nuestro barrio bajo el manto de Nuestra Señora, aunque no se lo digamos a esa persona. Recemos por ella alguna oración, si es posible una decena del Rosario, mejor. Y con filial confianza dejemos obrar a Nuestra Madre. En su mes, y en plena Pascua, concederá infinidad de Gracias a quien con fe se lo pida. Mucho puede la oración del justo (St 5, 16). Las 31 florecillas que presentemos este mes sean 31 hermanos llevados a Los Corazones de Jesús y María.

Manuel García



RECUERDOS DE NIÑEZ, RECUERDOS DE MARIA

Parroquia Santa Beatriz - Leganes Madrid

Cuando yo era pequeño y apenas levantaba dos palmos del suelo la llegada del mes de mayo era festejado por todo lo alto, era el mes de la Virgen, el mes de María. La vida se teñía de color, de luz, de alegría.
Nuestras madres nos compraban un ramo de flores que llevábamos con mucho cuidado al colegio. Nada más entrar en el aula, el profesor recogía con sumo cuidado nuestro ramo mientras nos daba una palmadita en la mejilla que nosotros agradecíamos sobremanera, mientras mirábamos orgullosos al resto de compañeros.
Comenzábamos el día rezando a la Virgen y pidiendo que nunca se alejara de nuestro lado, que velara por nosotros. María era el espejo, el camino que seguían nuestras madres. Nuestras madres como alter ego de la Virgen, y que como ella, sabíamos que siempre estarían a nuestro lado, que no nos fallarían nunca.
En mi cabeza siempre resonará ese cántico a la Virgen que cantábamos en la capilla de la escuela todos los días de mayo:
«Venid y vamos a todos
con flores a porfía
con flores a María
que madre nuestra es.»
¡¡¡A todas nuestras madres, a María!!!

Antonio Vaquerizo



LA MUJER MAS LONGEVA DEL MUNDO

Parroquia Santa Beatriz - Leganes Madrid

¡Una monja francesa, decana de la humanidad! A los 118 años, la hermana André, cuyo verdadero nombre es Lucile Randon, es ahora la mujer más vieja del mundo.

En efecto, el japonés Kane Tanaka, hasta ahora considerado el decano de la humanidad a la edad de 119 años, falleció el 19 de abril, anunciaron las autoridades locales el lunes 25 de abril. Ya decana de Francia y de Europa desde 2017, sor André nació el 11 de febrero de 1904 en Alès (Gard) y ahora vive en Toulon en la Résidence Sainte-Catherine-Labouré.

Una vida entregada a Cristo y a los huérfanos
Su historia es la de una conversión tardía, que la llevará a entregar su vida a Cristo. Después de perder a su hermana gemela muy joven, Lucile conoció a Cristo a la edad de 26 años. “  Era dulzura y consuelo. Una gran ayuda  ”, dice. Aunque creció en una familia protestante, con un abuelo pastor, eligió bautizarse en la Iglesia católica, en la iglesia de Saint-François-Xavier (París). Acompañaba a su hermano mayor Andrew al templo los domingos. “  Cuando me convertí, André lloró, estaba enojado conmigo. Entonces aceptó  ”, recuerda quien tomó como nombre religioso el nombre de pila de su amado hermano mayor. Él lo era todo para ella, “padre y madre a la vez ”.

No fue hasta 1944, a la edad de 40 años, que se unió a la Congregación de las Hermanas de Saint-Vincent-de-Paul, rue du Bac en París. Al año siguiente ingresó en el hospital de Vichy, donde permaneció veintiocho años. La hermana André se ocupaba entonces de cuarenta huérfanos, algunos de los cuales la encontraron mucho más tarde, gracias a Internet. Desde que vive en Toulon, la monja supercentenaria nunca se pierde una misa diaria. “ Hablo con Dios todo el tiempo. ¡Cuando las cosas no van bien, se lo digo ya veces lo regaño por abandonarme! Oye, ¿por qué no puedo escucharlo hoy?  ». “Nunca me aburro porque rezo en el tiempo que tengo libre”, le explicó recientemente al youtuber Tibo Inshape que vino a conocerla.  “ Rezo todos los días , confió de nuevo , especialmente por los desafortunados. Porque me gusta mimar a la gente; Así que en la oración encontramos recursos. La monja admite que no le teme a la muerte y hasta la “ desea”. Puede que aún no haya llegado su momento… ¿El momento de superar a Jeanne Calment y sus 122 años?

Tomado de Infovaticana.



MAYO MES DE MARIA

Parroquia Santa Beatriz - Leganes Madrid

El rol de la Virgen María
María se caracteriza por ser “humilde sierva del Señor” dice el Papa, de hecho, “este es el rol que ha ocupado durante toda su vida terrena y que conserva para siempre”. Después explica que, a un cierto punto, en los Evangelios, “ella parece casi desaparecer; pero vuelve en los momentos cruciales, como en Caná, cuando el Hijo, gracias a su intervención atenta, realizó la primera “señal” y después en el Gólgota, a los pies de la cruz”. Jesús extendió la maternidad de María a toda la Iglesia cuando se la encomendó al discípulo amado, poco antes de morir en la cruz: “Desde ese momento – asegura Francisco – todos nosotros estamos colocados bajo su manto, como se ve en ciertos frescos y cuadros medievales”.

La súplica a María
Cuando rezamos a María, usamos algunas expresiones presenten en los Evangelios, dice el Pontífice: “llena de gracia” y “bendita entre las mujeres” y en la oración del Ave María pronto llegaría el título “Theotokos” (Madre de Dios), “ratificado por el Concilio de Éfeso”. Además, análogamente y como sucede en el Padre Nuestro, “después de la alabanza añadimos la súplica: pedimos a la Madre que ruegue por nosotros pecadores, para que interceda con su ternura, “ahora y en la hora de nuestra muerte”” recuerda el Papa, y ahora, en las situaciones concretas de la vida, y en el momento final, “para que nos acompañe en el paso a la vida eterna como Madre, como primera discípula”.

La presencia de María en nuestra vida
“María está siempre presente en la cabecera de sus hijos que dejan este mundo” continúa Francisco: también ha estado presente en los días de pandemia, cerca de las personas que lamentablemente han concluido su camino terreno en una condición de aislamiento, sin el consuelo de la cercanía de sus seres queridos: “María está siempre allí, a nuestro lado, con su ternura materna”.

María: Mujer del “sí”
Por ultimo, el Papa recuerda que las oraciones dirigidas a ella no son vanas y Ella las escucha como Madre: “Mujer del “sí”, que ha acogido con prontitud la invitación del Ángel, responde también a nuestras súplicas, escucha nuestras voces, también las que permanecen cerradas en el corazón, que no tienen la fuerza de salir pero que Dios conoce mejor que nosotros mismos”.  Además, como y más que toda buena madre, “María nos defiende en los peligros, se preocupa por nosotros, también cuando nosotros estamos atrapados por nuestras cosas y perdemos el sentido del camino, y ponemos en peligro no solo nuestra salud sino nuestra salvación” subraya, pues, “María está allí, rezando por nosotros, rezando por quien no reza. ¿Por qué? Porque ella es nuestra Madre”.

Papa Francisco.