FIESTA TODOS LOS SANTOS

Fiesta de todos los santos - Parroquia Santa Beatriz

Algo mucho mejor

Celebramos la solemnidad de todos los santos y después el día de los difuntos. Días importantes de recuerdo para los que nos han precedido en la fe y duermen ya el sueño de la paz. Y de hacer presentes verdades importantes de nuestra fe.
En el día de todos los santos nos alegramos y tratamos a los que murieron en gracia de Dios y ya están en el cielo. El los difuntos rezamos por los que todavía están en el purgatorio, para que, purificados cuanto antes, gocen de la gloria celestial.

Celebraciones para reflexionar

Nos invita a pensar en el misterio de la muerte -que Jesús mismo quiso asumir para que nosotros pudiéramos vencerla- y en el destino final de nuestras vidas: lograr la felicidad definitiva para la que nos has hecho, el posible fracaso del infierno, o la “repesca” del purgatorio una vez debidamente purificados.

La Comunión de los Santos

Y, en el fondo de esta celebración, está la fe en la comunión de los santos que confesamos al final del Credo. “Como todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros… Es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante es Cristo, ya que Él es la cabeza… Así, el bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia” (Santo Tomás, symb. 10) (Catecismo, 947). Nunca estamos solos, Jesucristo y todos nuestros hermanos en la fe nos acompañan y apoyan.

En la comunidad primitiva de Jerusalén, los discípulos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, la comunión, la fracción del pan y las oraciones (Hch 2, 42). Comunión en la fe: La fe de los fieles es la fe de la Iglesia recibida de los Apóstoles, tesoro de vida que se enriquece cuando se comparte (Catecismo, 949).

La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma, y nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que compartían todas las cosas (Hch 4,32). Comunión de la caridad: En la “comunión de los santos” ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo (Rm 14, 7). Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo.

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte (1Co 12,26-27). El menor de nuestros actos hecho con caridad repercute en beneficio de todos, en esta solidaridad entre todos los hombres, vivos o muertos, que se funda en la comunión de los santos.

«Existe una comunión de vida entre nosotros los que creemos en Cristo y nos hemos incorporado a Él por el Bautismo. La relación entre Jesús y el Padre es el modelo de este fuego de amor. Y la “comunión de los santos” es una gran familia. Todos nosotros somos familia, una familia donde todos procuramos ayudarnos y sostenernos entre nosotros.» Catequesis del papa Francisco

Intercesión de los santos

Contemos también con la intercesión de los santos. “Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad… no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra… Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad” (Vaticano II, Lumen gentium 49). Algunos santos, cercano el momento de su muerte, eran conscientes del gran bien que podían seguir haciendo desde el Cielo: “No lloréis, os seré más útil después de mi muerte y os ayudaré más eficazmente que durante mi vida» (Santo Domingo de Guzmán, moribundo, a sus hermanos, cf. Jordán de Sajonia, lib 43). “Pasaré mi cielo haciendo el bien sobre la tierra” (Santa Teresa del Niño Jesús, verba) (cf. Catecismo 956)

Invoquemos en especial a María, Madre del Señor y espejo de toda santidad. Que ella, la toda santa, nos haga fieles discípulos de su hijo Jesucristo, y que se lleve cuanto antes al Cielo a los difuntos que estén en el purgatorio. Amén.

Don Francisco Varo Pineda, Director de Investigación, Profesor de Sagrada Escritura       




CONMEMORACION DE LOS FIELES DIFUNTOS

Conmemoración Fieles Difuntos 2022 - Parroquia Santa Beatriz

VIDEO – ENCIENDE UNA LUZ EN HONOR A SU MEMORIA

EUCARISTIA
2 DE NOVIEMBRE 2022
HORAS: 9:00 y 19:00

Si deseas que recordemos en la misa a tu persona querida.
Pincha aquí y facilita los datos.

Conmemoración Fieles Difuntos 2022 - Parroquia Santa Beatriz

“Todo el que vive en Mi, no morirá jamás”.  Jn 11,26

Oración para los fieles difuntos

No llores si me amas…

¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes,
los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!
¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo,
la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
¡Cómo! ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme; cuando la muerte venga a romper las ligaduras,
como ha roto las que a mí me encadenaban,
y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce,
tu alma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a ver a aquel que te amaba y que siempre te ama,
y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme, pero transfigurado,
extático y feliz, no ya esperando la muerte,
sino avanzando contigo,
que me llevarás de la mano por los senderos nuevos de la luz y de la vida,
bebiendo con embriaguez a los pies de Dios
un néctar del cual nadie se saciará jamás.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas…
Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.
La muerte no es nada.
No he hecho nada más que pasar al otro lado.
Yo sigo siendo yo.
Tú sigues siendo tú.
Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.
Dame el nombre que siempre me diste.
Háblame como siempre me hablaste.
No emplees un tono distinto.
No adoptes una expresión solemne, ni triste,
sigue riendo de lo que nos hacía reír juntos.
Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo.
Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue,
sin énfasis alguno, sin huella alguna de sombra.
La vida es lo que siempre fue: el hilo no se ha cortado,
¿Por qué habría de estar yo fuera de tus pensamientos?
¿Sólo porque estoy fuera de tu vista?
No estoy lejos… tan solo a la vuelta del camino.
Lo ves, todo está bien…
Volverás a encontrar mi corazón, volverás a encontrar su ternura acendrada.
Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.
Con todo mi cariño, con toda tu alegría.

San Agustín.




LA TECNOLOGIA: CREATIVIDAD Y PODER

LA TECNOLOGIA: CREATIVIDAD Y PODER

La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada. Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio: el motor a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la electricidad, el automóvil, el avión, las industrias químicas, la medicina moderna, la informática y, más recientemente, la revolución digital, la robótica, las biotecnologías y las nanotecnologías.

Es justo alegrarse ante estos avances, y entusiasmarse frente a las amplias posibilidades que nos abren estas constantes novedades, porque «la ciencia y la tecnología son un maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios». La modificación de la naturaleza con fines útiles es una característica de la humanidad desde sus inicios, y así la técnica «expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales».

La tecnología ha remediado innumerables males que dañaban y limitaban al ser humano.

No podemos dejar de valorar y de agradecer el progreso técnico, especialmente en la medicina, la ingeniería y las comunicaciones. ¿Y cómo no reconocer todos los esfuerzos de muchos científicos y técnicos, que han aportado alternativas para un desarrollo sostenible?

La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano, desde objetos domésticos útiles hasta grandes medios de transporte, puentes, edificios, lugares públicos. También es capaz de producir lo bello y de hacer «saltar» al ser humano inmerso en el mundo material al ámbito de la belleza. ¿Se puede negar la belleza de un avión, o de algunos rascacielos? Hay preciosas obras pictóricas y musicales logradas con la utilización de nuevos instrumentos técnicos. Así, en la intención de belleza del productor técnico y en el contemplador de tal belleza, se da el salto a una cierta plenitud propiamente humana.

Papa Franciasco, Laudato si. Nº 102,103




PEREGRINAR A TIERRA SANTA

Peregrinar a Tierra Santa - El Blog de la Parroquia Santa Beatriz

Las calles de la Ciudad Vieja de Jerusalén empiezan a recuperar su abarrotado aspecto habitual, pero las heridas de la pandemia aún persisten. Muchas tiendas vuelven a estar abiertas y ya se ven grupos de peregrinos dirigiéndose presurosos al Santo Sepulcro… Pero ni las primeras son todas las que había, ni los segundos tan numerosos como era costumbre.

«El turismo sufrió mucho durante la pandemia. Aunque hubo ayudas del Gobierno, fue el único sector que no se recuperó hasta el pasado mes de mayo. Ahora está mejorando, pero no es como en 2019, un año récord en el que recibimos 4,55 millones de visitantes», explica el director general adjunto del Ministerio de Turismo de Israel, Kobby Barda. «En general los turistas han vuelto, pero no en la misma proporción que antes de la pandemia», confirma el padre Tomaz Dubiel, director del Christian Information Center (CIC), el organismo de la Custodia de Tierra Santa encargado de acoger a los peregrinos. Explica que en 2019 recibieron a visitantes, y que esa cifra bajó hasta los en 2020. También que este año, a falta de la campaña navideña, ya han llegado . España es el cuarto país por número de peregrinos, detrás de EE. UU., Brasil e Italia. Este año han venido . Pero en 2019 fueron . Más del doble.
Turistas visitan el bazar del barrio cristiano de Jerusalén este verano. Foto: Alejandro Ernesto.

Tierra Santa, de crisis en crisis

Israel fue uno de los países más estrictos a la hora de atajar la COVID-19 y se mantuvo cerrado a cal y canto durante casi dos años. En los territorios ocupados, como Belén, donde la Autoridad Nacional Palestina no tiene control sobre sus fronteras, la presencia de extranjeros tendió a cero. Salvo pequeñas excepciones, la llegada de viajeros al aeropuerto de Tel Aviv y la entrada por tierra desde Jordania estuvieron prohibidas hasta mayo de 2022.

Barda incide en que el turismo en Israel ha vivido una «recuperación tremenda» desde entonces, pero reconoce que los efectos de la pandemia aún se notan y que la guerra en Ucrania y la crisis de suministros han dañado al sector. «El turismo ruso era uno de nuestros mercados más importantes, estaba entre los cinco primeros, y se ha reducido al mínimo. También tenemos falta de personal en aeropuertos y las aerolíneas tienen sus problemas, pero eso es algo que no solo afecta a Israel, sino a todo el mundo», dice. «La guerra en Ucrania también ha afectado a la llegada de peregrinos, sobre todo de ese país y de Polonia», corrobora el padre Dubiel.

Ambas crisis, la pandemia y la guerra, han perjudicado mucho a la economía local.

Especialmente a la de los cristianos árabes, que dependen en gran medida de los peregrinos. El 80 % de la población en Belén vive directa o indirectamente del turismo, y en Nazaret se calcula que el 70 % de las familias viven de los visitantes extranjeros. El paro en el pueblo natal de Jesús llegó a ser del 40 %, y en la ciudad de su infancia y adolescencia, del 45 %.

«Ha sido peor que en los tiempos de mayor violencia en Palestina. Entonces, había momentos en los que dejaba de venir gente. Pero duraba poco. La COVID-19 ha sido mucho peor», asegura Bassem Giacaman, cristiano palestino que tuvo que cerrar su tienda de artesanía en Belén, junto a la basílica de la Natividad, durante más de 20 meses. «Hay negocios cristianos que ya no han vuelto. Un proveedor nuestro, que tenía cinco autobuses, cerró su empresa y ahora tiene un taxi», explica José Manuel Gude, director de desarrollo de negocio de la agencia de peregrinaciones local Terra Dei. «Todos esperaban como agua de mayo la llegada de los peregrinos, porque, además, muchos negocios han invertido y hecho reformas».

También la misma Iglesia, reconoce el padre Dubiel, ha sufrido la falta de ingresos. «La pandemia ha tocado mucho a la estructura local, cuyo motor eran las peregrinaciones», detalla. Durante la pandemia, las hospederías religiosas estuvieron vacías, los donativos se redujeron al mínimo, y las congregaciones sufrieron para sostenerse a sí mismas y a sus labores sociales y apostólicas.

Llamamiento a peregrinar

«El sufrimiento poco a poco está disminuyendo y nos vamos recuperando. Pero aún estamos lejos de la normalidad», asegura el padre Dubiel, que hace un llamamiento a peregrinar a Tierra Santa y a hacerlo de la mano de la Iglesia. «Estamos viendo más turistas, pero la mayoría no viajan con sacerdotes que los atiendan espiritualmente. Venir aquí, sin sentirse parte de la Iglesia, es volverse con las manos vacías», afirma.
«Es importante que los cristianos vengan a Tierra Santa para comprender mejor las circunstancias y lugares de los eventos que conocen por el Evangelio», señala el franciscano; «aquí la gente tiene la oportunidad de ver con los ojos de los apóstoles». Dubiel añade, además, que peregrinar no es solo un beneficio para los visitantes, también para los cristianos del lugar: «Las comunidades locales crecen con la presencia de los peregrinos».

Fuente:




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VEN Y SIGUEME

Ven y Sigueme - Testimonio - Boletín Parroquia Santa Beatrizl

Ven y Sigueme - Testimonio - Boletín  Parroquia Santa Beatrizl

Teresa, 77 años «feliz» tras las rejas del convento: «¡Ven y sígueme!», el papel que cambió su vida La hermana Teresa Margarita del Sagrado Corazón de Jesús tiene 96 años y hace apenas unos días cumplió 77 años como monja en el Carmelo en la ciudad de Luján de Cuyo, en la provincia argentina de Mendoza.
Mucho ha cambiado el mundo desde que aquella jovencita de 19 años ingresara tras las rejas del convento carmelita. Era 1945 y la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de concluir con la rendición formal de Japón, el hombre no había llegado a la luna y el Papa era Pío XII. Desde entonces esta religiosa ha rezado por él así como por San Juan XXIII, San Pablo VI, Juan Pablo I, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

La prensa argentina ha rescatado la figura de esta “monja feliz” que superando grandes dificultades e incluso a un episodio muy grave de Covid sigue con su vocación intacta, un fuerte amor comunitario y una gran vida de oración.

Se confiesa como feliz por ser “amada por Jesús”, especialmente tras haber superado el Covid-19 cuando sus hermanas carmelitas prácticamente la creían muerte.

“Yo tuve la famosa enfermedad que llegó. Cuando empezó, a las hermanas le tomó algunas semanas, pero se curaron enseguida. Pero a mí me tomó tan fuerte que estuve en la cama un mes. No me componía. Había algunas semanas que eran para irme a mi casa definitiva. Creían que no iba a recomponerme. Pero un día, en la cama, estaba con los ojos cerrados, y cuando los abrí vi a todas las hermanas alrededor mirándome. Parece que estaban esperando que yo cierre los ojos y digan ‘ya se fue’. Pero, me impresionó, porque yo las miraba a todas con los ojos bien abiertos para que vean que estoy viva. Se alegraron mucho las monjitas. Hoy, 96 años tengo, 77 años de profesión religiosa. Es como si fueran 77 años desposada con el amor de mis amores que es Jesús. Nunca me arrepentí y soy feliz. Jesús me ha hecho feliz de verdad”, explica en este vídeo la religiosa.
Pese a que han pasado casi ocho décadas no olvida el inicio de una vocación que no fue nada sencilla y que estivo marcad por la pobreza en la que creció. Ella lo recuerda así: “Quise ser carmelita porque vivía en una villa, y ahí no había religiosas. Pero cuando volví a la ciudad de Tucumán conocí la vida de Santa Teresita por un libro que me prestaron, y explicaba bien la vida del Carmelo. Cuando le dije a la madre superiora, me preguntaba si no había sentido el llamado de Dios para proseguir en la vida religiosa y le dije que no”.

Hermana Teresa Margarita

Sin embargo, algo ocurrió el tercer día. “En la silla delante mío, en la sala donde nos daban los cursos, sin que hubiera nadie, encontré un papelito largo. Lo saqué para leer y decía: ‘Ven y sígueme’. Para mí, fue como un llamado de Dios. Era la duda que yo tenía, porque no quería que nadie me lo preguntara, sino que viniera directamente de Dios. Fui de nuevo a la madre superiora, y le dije: ‘ahora me di cuenta que Dios quiere que lo siga en la vida consagrada’. Ella me preguntó adónde quería ir y le dije que al Carmelo. Me hizo muy feliz y hasta el día de mi muerte espero serlo”, añade contenta.

Nunca se ha arrepentido de aquella decisión que tomó en aquel 1945. Esta anciana monja asegura que estar en el Carmelo de Luján de Cuyo.

“Estar en este monasterio fue algo que no pensaba que iba a pasar. Estuve en otro también. Yo dije que quería ir al Carmelo de Mendoza, aunque no lo conocía. Acá he sido feliz y nunca me arrepentí. Para mí fue una gracia de Dios que me haya traído acá, donde hay mucho amor. Todas se quieren. Como Santa Teresa dice sobre su monasterio: ‘todas han de ser amigos, se han de querer, se han de ayudar´. Eso pasa acá. Si una está con trabajo, la otra la ayuda”, concluye.

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