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Antonio Vaquerizo
Antonio Vaquerizo
Tres acontecimientos destacarán los días del Mes Misionero Extraordinario Octubre 2019. El martes 1 de octubre en la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano a las 18:00h la celebración de las Vísperas presidida por el Santo Padre Francisco que será introducida por la Vigilia misionera y de testimonios, que comenzará a las 17:15h. El siguiente será el 7 de octubre, a las 15:00h; en la Basílica de Santa María la Mayor se tendrá un rosario internacional guiado por el cardenal Fernando Filoni. La Congregación para la Evangelización de los Pueblos y las Obras Misionales Pontificias han invitado a Radio María a organizar este evento, que tendrá relevancia mundial, puesto que se transmitirá en directo vía radio y vídeo por las casi 80 Radio María esparcidas en los cinco continentes. Los voluntarios y el staff de Radio María trabajan desde hace meses para garantizar el éxito del evento, que será fuente de gracias para cada uno de nosotros, nuestras familias y para el mundo entero. Domingo 20 de octubre, Jornada Misionera Mundial, en la Plaza de San Pedro, a las 10:30h la celebración de la Eucaristía presidida por el Papa.
Tomado de:
La primera de estas grandes notas es estar centrado, firme en torno a Dios que ama y que sostiene. Desde esa firmeza interior es posible aguantar, soportar las contrariedades, los vaivenes de la vida, y también las agresiones de los demás, sus infidelidades y defectos: «Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?» (Rm 8,31). Esto es fuente de la paz que se expresa en las actitudes de un santo. A partir de tal solidez interior, el testimonio de santidad, en nuestro mundo acelerado, voluble y
agresivo, está hecho de paciencia y constancia en el bien(…).
San Pablo invitaba a los romanos a no devolver «a nadie mal por mal» (Rm 12,17), a no querer hacerse justicia «por vuestra cuenta» (), y a no dejarse vencer por el mal, sino a vencer «al mal con el bien» (). Esta actitud no es expresión de debilidad sino de la verdadera fuerza, porque el mismo Dios «es lento para la ira pero grande en poder» (Na 1,3). La Palabra de Dios nos reclama: «Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad» (Ef 4,31).
Papa Francisco, Gaudete et exsultate, nº 112 al 113