LA VIDA ETERNA

Conmemoración Fieles Difuntos 2022 - Parroquia Santa Beatriz

Conmemoración Fieles Difuntos 2022 - Parroquia Santa Beatriz

 

LA VIDA ETERNA

El culto al cuerpo a prolongar nuestra “lozanía” más años y parecer más jóvenes solo es algo efímero, momentáneo, esporádico, es querer buscar la fuente de la
“eterna juventud” algo deseado por infinidad de personas a lo largo de los siglos. Sin embargo, para nosotros los cristianos la fuente de la vida eterna es Dios.

El 1 de noviembre festejamos el día de todos los santos, acudimos a los cementerios para honrar a nuestros seres queridos que reposan en ellos. Los que no son cristianos y no creen en la resurrección, ignoran que solo morimos en cuerpo pero que alcanzamos la vida eterna. La muerte no es el final, como no lo fue para Jesús.

En estos días recemos por nuestros difuntos, acordémonos de ellos y demos gracias a Dios porque están junto a ÉL.

“Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá” (Juan 11: 17-27)

 

Antonio Vaquerizo



50 ANIVERSARIO PRIMERA MISA D. ÁNGEL ARBETETA

 

 



ORACIÓN POR LA PAZ

 

 



NUESTRA SEÑORA LLENA DE GRACIA Y SABIDURÍA

 

¿A quiénes llamamos sabios? A los que destacan en conocimientos humanos y resuelven los problemas de todos los días. Pero, ¿Quién tiene SABIDURÍA a los ojos de Dios? Aquellos que saben mirar las cosas con la mirada de Dios y las valora rectamente en su corazón.

Para ello hay que despojarse de toda nuestra malicia y tocar la belleza y la grandeza de toda la creación que tenemos delante. Especialmente a todos los que se cruzan en nuestro camino. Para ello Nuestra Señora es maestra de SABIDURIA. Solo Ella, al llevar al Señor en su bendito vientre dio el corazón al que lo abrió para que de Él nacieran la Iglesia. Ella conservaba todas las cosas en su corazón y eso la llenó de sabiduría. Una sabiduría, como decía S. Pablo, que es escándalo para los judíos y necedad para los griegos, a Cristo muerto y resucitado. Cuando vemos al hermano a través de los clavos de las manos de Jesús nada nos parece difícil ni alejado. Hasta el pecador más duro puede acabar llorando su conversión. Eso debemos hacer en nuestras vidas si queremos ser sabios ante Dios, “Amar a nuestros enemigos hasta que dejen de serlo en nuestro corazón y serán nuestros señores y bienhechores”. Que forma tan bonita de ir cerrando el año litúrgico en un mes que se celebran a Teresita de Lisieux, Francisco de Asís, Francisco de Borja, Teresa de Jesús, Lucas, etc… sabios de verdad que lo son para la eternidad, custodiados por los ángeles y Nuestra Señora del Pilar y del Rosario. Gran mes octubre, sabiduría del Rosario.

Manuel García



LOS APÓSTOLES TAMBIÉN FUERON MIGRANTES Y EXTRANJEROS

 

 

En el último barómetro del CIS aparece el fenómeno de la inmigración como uno de los temas que más preocupan a los españoles. La xenofobia, por desgracia, se ha introducido en nuestra sociedad. Muchos no se acuerdan o no quieren acordarse de que España a lo largo de su historia lejana y reciente ha sido un país de migrantes. Nuestros compatriotas buscaban una vida mejor para ellos y sus familias. Todos recuerdan lo duro que era dejar a sus seres queridos y emprender un viaje hacia lo desconocido.

Nadie deja su hogar por voluntad propia sino acuciados por motivos económicos, sociales, políticos e incluso religiosos. La empatía debe ser una cualidad esencial en nuestra relación con el prójimo. El deber de los cristianos de auxiliar, amparar y atender a los más desfavorecidos, en demasiadas ocasiones queda en “agua de borrajas”. No nos acordamos de que Jesús acogió y se relacionó con gentes de todas las razas sin dar la espalda a ninguno. Él fue el que instó a los apóstoles a que llevarán la palabra de Dios a todos los confines del mundo, donde ellos eran los extranjeros.

Jesús está en nuestros hermanos vengan de donde vengan.

Antonio Vaquerizo



NUESTRA SEÑORA HIJA, MADRE Y ESPOSA DE DIOS. MAESTRA DE DONES

 

AVE MARÍA

NUESTRA SEÑORA HIJA, MADRE Y ESPOSA DE DIOS.

MAESTRA DE DONES    

 

Llegando septiembre, se vuelve a las labores, se evalúan pasados, se replantean futuros. En casi todos los casos se ve con claridad que necesitamos informarnos, formarnos o acreditar alguna destreza para mejorar. También en la vida espiritual pasa lo mismo. Así que, cada mes describiremos los dones del Espíritu Santo que pondremos en las manos de Nuestra Señora que es maestra en su conocimiento y puesta en práctica. El primero es SABIDURÍA. No debemos confundir con inteligencia. Pedir este don al Espíritu Santo supone conocer las cosas como Dios las conoce. Cada acción que vayamos a realizar debemos detenernos a orar para ver que quiere Dios que haga. Como la debo afrontar, que debo decir, que debo callar. Y en todo cuanto amor debo poner. Amor cuando se me plantea el tema. Amor a Dios al abordarlo. Amor al hermano al intervenir, (o no). Amor al reconocer que la solución del asunto es gracias a la intervención de Dios, por Nuestra Señora, y que nosotros solo somos instrumentos en Sus Manos. Amor si humanamente nos equivocamos y debemos pedir perdón y al humillarnos alabar a Dios porque así evita el engreimiento personal. Todo eso es parte de la SABIDURÍA. A ella se llega pidiéndola. Y como se pide, no es tuya. Si se te concede es para que hagas buen uso de ella abriéndola a los demás. Todos tenemos parte de ella. Usémosla bien. Y siempre hay que tener en cuenta que Dios no elige a personas capaces, capacita a los elegidos. Dejémonos usar por el Espíritu Santo. ¡¡¡ Feliz curso !!!!