La humillación por sí misma es masoquismo, mientras que se sufre y soporta en nombre del Evangelio nos hace parecidos a Jesús. Lo afirmó el papa Francisco en la homilía de la misa matutina celebrada este viernes en la capilla de la Casa Santa Marta, invitando a los cristianos a nunca cultivar sentimientos de odio, sino tomarse un poco de tiempo para descubrir dentro de sí los sentimientos y las actitudes que le gustan a Dios: el amor y el diálogo.
DAR TIEMPO AL TIEMPO
Suscríbete al boletín de la parroquia
* Este campo es obligatorio.