EL AMOR NO ADMITE EXCUSAS

11/27/2017

Desde el año pasado, en Madrid tenemos una imagen de Jesús desamparado del artista canadiense Thimoty P. Schmalz que nos acerca este pasaje evangélico de forma muy gráfica. Se trata de una escultura de Jesús, en tamaño natural, que representa una persona sin techo acostada en un banco. Tenéis un hueco en el banco para sentaros unos instantes y, en Jesús, ver a tantos y tantos desamparados, quizá a nosotros mismos. A su lado, se nos hacen tres invitaciones que valen no solo para esta jornada, sino para nuestro día a día:

1. Sentémonos con los pobres y descartados. Sentarse es atenderlos, verlos, acercarlos a nuestro corazón, no desentendernos de todas las situaciones que afectan a la dignidad del ser humano. Las pobrezas son muchas y de muy diferentes clases. Como en el banco de la escultura, siempre hay un sitio para nosotros.

2. Contemplemos sus heridas, las pobrezas. Pueden ser diferentes pero todas hacen sufrir al que las padece. Probablemente también nosotros tengamos llagas.

3. Obremos dando respuestas concretas. Nuestra vida ha de tener respuestas concretas para nuestros hermanos. No lo dejemos para mañana.

+ Carlos Card. Osoro, arzobispo de Madrid

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