JESÚS EN NUESTAS VACACIONES.
Llega el verano y con él las ansiadas vacaciones. Son momentos para descansar y hacer aquellas cosas que a lo largo del año son difíciles de realizar. Dejamos atrás el stress y nos mostramos más receptivos, más contentos y alegres con los demás. Son momentos para estar junto a los nuestros, pasarlas en familia o con amigos.
Viajaremos al pueblo, a la montaña, a la playa o a descubrir otros países. Y siempre, siempre, nos acompaña Jesús. Él no se va de vacaciones y sigue a nuestro lado, velando por nosotros. No nos olvidemos del Señor, porque él no lo hace.
Busquemos un rato para estar con Jesús. El verano también sirve para encontrarnos a nosotros mismos y encontrar al Señor, no es ninguna carga, todo lo contrario, es un bálsamo que nos hace mejores.
En nuestras vacaciones conjuguemos dos verbos que “maridan” perfectamente: orar y disfrutar.
¡¡¡Feliz verano!!!
Antonio Vaquerizo