AVE MARÍA
JUNIO, MES DE CORAZONES
Tradicionalmente, el mes de junio está vinculado al Sagrado Corazón de Jesús. Muchos años, como este, tiene también entre sus fechas, la Celebración del Corpus Christi. El mes de julio está dedicado a la Preciosísima Sangre de Cristo. En el Sagrado Corazón de Jesús está recogida toda la Acción Salvífica de Cristo. De Él nace la Iglesia, brotan los sacramentos al salir Sangre y Agua y en Él reside la Divina Misericordia. Sobrecoge meditar unos minutos sobre la infinita trascendencia de todo eso. Dios, en su infinita sabiduría, había dispuesto que la segunda Persona de la Trinidad Santísima asumiera la condición de hombre para redimirle y darle la opción de divinizarlo. De hacerlo capaz de entrar en el Reino de Dios. Y todo eso, desde que nace Cristo, depende solo del buen uso de nuestra libertad. Esta libertad no puede ser confundida con libertinaje ni soberbia. Nuestra libertad consiste en «Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos «. Esa es la verdadera libertad de los hijos de Dios, y también nace de nuestro corazón. Corazón de piedra que Cristo quiere volver de carne para que se parezca al suyo. Cuestión nada sencilla con nuestras fuerzas, pero fácil para Nuestra Señora que en el santificado Tabernáculo de su Vientre formó al Corazón de Cristo. Asi de unidos están el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado corazón de María para rehacer el nuestro. Pidamos este mes a Estos Corazones Unidos que nos mantenga con todos, amigos y enemigos (mejor qué enemigos, futuros amigos), unidos en un solo Corazón, en el centro del corazón de Nuestra Madre y Maestra La Iglesia.
Manuel L. García Sancet