EN LA COMUNION DE LOS SANTOS

Parroquia Santa Beatriz - Leganes Madrid +- En la Comunion de los Santos - Un mes para difuntos y vivos

Parroquia Santa Beatriz - Leganes Madrid

Un mes para vivos y muertos

Que delicadeza la de nuestra Madre la Iglesia cuando dedica todo un mes a proponernos recordar a nuestros antepasados. A aquellos que ya corrieron su carrera y pueden contemplar las Bienaventuranzas de primera mano. Desde el comienzo de la tradición cristiana, los lugares donde se enterraban a los muertos se les llamó “dormitorios”, (es la traducción real de cementerios), donde los cristianos esperaban la resurrección de la carne. Las oraciones, Eucaristías, y sacrificios que se hagan por ellos siempre tendrán reflejo en la Comunión de los Santos. Debemos acordarnos de las almas que están en el Purgatorio, pues ellas ya nada pueden hacer por su salvación, nosotros sí, si pedimos incesantemente por ellas.

Pero este año me gustaría que nos centráramos en un aspecto que no se tiene en cuenta y en Fátima, Nuestra Señora le dio una importancia vital. REZAR POR LOS VIVOS. Por todos aquellos que están en peligro de condenación y nadie se acuerda de ellos. Solo un gesto de amor, un pequeño sacrificio puesto en Manos de Nuestra Señora puede convertir un alma y salvarla de la condenación eterna. Este mes de noviembre acordémonos de nuestros difuntos, de las almas del Purgatorio y empecemos oraciones y novenas por los vivos, por nuestros hermanos en el mundo. Un gesto de Dimas, estando vivo y en sus últimos instantes en la cruz al lado de Cristo le valió el premio de la Eternidad, ¿Queremos algo más para cualquiera?

Manuel García



CONMEMORACION DE LOS FIELES DIFUNTOS

Conmemoración Fieles Difuntos 2022 - Parroquia Santa Beatriz

EUCARISTIA
2 DE NOVIEMBRE 2022
HORAS: 9:00 y 19:00

Si deseas que recordemos en la misa a tu persona querida.
Pincha aquí y facilita los datos.

Conmemoración Fieles Difuntos 2022 - Parroquia Santa Beatriz

“Todo el que vive en Mi, no morirá jamás”.  Jn 11,26

Oración para los fieles difuntos

No llores si me amas…

¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes,
los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!
¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo,
la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
¡Cómo! ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme; cuando la muerte venga a romper las ligaduras,
como ha roto las que a mí me encadenaban,
y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce,
tu alma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a ver a aquel que te amaba y que siempre te ama,
y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme, pero transfigurado,
extático y feliz, no ya esperando la muerte,
sino avanzando contigo,
que me llevarás de la mano por los senderos nuevos de la luz y de la vida,
bebiendo con embriaguez a los pies de Dios
un néctar del cual nadie se saciará jamás.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas…
Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.
La muerte no es nada.
No he hecho nada más que pasar al otro lado.
Yo sigo siendo yo.
Tú sigues siendo tú.
Lo que éramos el uno para el otro, seguimos siéndolo.
Dame el nombre que siempre me diste.
Háblame como siempre me hablaste.
No emplees un tono distinto.
No adoptes una expresión solemne, ni triste,
sigue riendo de lo que nos hacía reír juntos.
Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo.
Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue,
sin énfasis alguno, sin huella alguna de sombra.
La vida es lo que siempre fue: el hilo no se ha cortado,
¿Por qué habría de estar yo fuera de tus pensamientos?
¿Sólo porque estoy fuera de tu vista?
No estoy lejos… tan solo a la vuelta del camino.
Lo ves, todo está bien…
Volverás a encontrar mi corazón, volverás a encontrar su ternura acendrada.
Enjuga tus lágrimas y no llores si me amas.
Con todo mi cariño, con toda tu alegría.

San Agustín.



Eucaristía regalo de Amor

Eucaristía regalo de Amor

Eucaristía encuentro de fe con Jesús, con los amigos, con la familia.

Todo cristiano puede encargar que se aplique la Misa por intenciones particulares: tanto por los vivos, como por los difuntos. La misa puede ser encargada:
– En acción de gracias por unos recién casados, por unas bodas de plata o de oro de matrimonio…
– Por un bautismo, por la llegada de un niño o niña, por un cumpleaños…
– Por un difunto o en el aniversario de su muerte…
– Por un enfermo, por una curación, por una persona en dificultad…
– Por una intención particular (que no se debe nombrar por discreción)

«Depositad este cuerpo mío en cualquier sitio, sin que os de pena. Sólo os pido que dondequiera que estéis, os acordéis de mí ante el altar del Señor».
(Santa Mónica en su lecho de muerte)
«Rogar por los difuntos es, sobre todo, un signo de reconocimiento por el testimonio que nos han dejado y el bien que han hecho”
(Papa Francisco)