DIA DE TODOS LOS SANTOS

El 1 de noviembre no es una fecha más en el calendario. Esa jornada los cristianos festejamos el día de todos los santos. Un momento muy especial porque recordamos de manera muy personal a nuestros seres queridos. Ellos han alcanzado la gloria eterna, están junto a Dios y velan por nosotros.

Es un día de alegría y sin embargo de tristeza. Añoramos su presencia, su calor, su amor, el día a día con que nos relacionábamos, ahora lo hacemos de otra forma. Cuando rezamos nuestros recuerdos y pensamientos vuelan hacia ellos y pedimos al Señor que los haya acogido en su regazo.

El 1 de noviembre honramos a nuestros seres queridos fallecidos y nos trasladamos a los cementerios con  flores y oraciones. Como ellos, nosotros tenemos fe en la Resurrección de Cristo. Jesús al morir nos dio la vida a los seres humanos, fue un acto de generosidad y de amor.

¡Jesús es el camino y la vida!

Feliz día de Todos los Santos

Antonio Vaquerizo



AVE MARÍA, UN SOLO AVEMARIA NUESTRA SEÑORA NO LO OLVIDARÁ

La Santa Iglesia es Madre y Maestra. Y con la finalización del año litúrgico hace una analogía preciosa para recordar que todos somo peregrinos en esta vida y nuestra meta es llegar a unirnos a Cristo Rey, celebración última del calendario anual. Última fiesta antes del comienzo de la época fuerte del Adviento. Por ello nos anima con ruegos y plegarias que festejemos a todos los que nos han antecedido en este camino. Empezamos noviembre con “Todos los Santos”, seguimos con el día de difuntos y si visitamos un cementerio hasta el 8 se obtiene Indulgencia Plenaria para poner a disposición de cualquier alma que la pudiera necesitar. Incluso si está vivo.

La muerte siempre sobrecoge al Ser Humano, pero con gran razón los católicos hemos transformado, gracias a la Fe, la Esperanza y la Caridad esta gran pena humana, en una gran alabanza porque nuestros familiares gozan ya de la visión beatífica de Nuestro Señor. Como dice S. Pablo, “estar con Cristo es con mucho lo mejor”. La palabra “Cementerio”, significa en realidad “Dormitorio”. Es el lugar donde los creyentes esperamos la Resurrección a la Vida Eterna, Al día de nuestra muerte se ha llamado siempre “el día natalis”, porque es cuando realmente nacemos para la Vida Plena definitiva.

Y como mejor nos preparamos para ello es poniéndonos en las Celestiales Manos de Nuestra Señora. Nosotros no somos capaces de llevar “El traje de fiesta” que nos pide Nuestro Señor para entrar en el Banquete de las Bodas Eternas, pero Nuestra Señora sabe remendar, planchar, adecuar a todos aquellos que durante la vida terrena han puesto su confianza en Ella. Fijaros la grandeza del AveMaria….”Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”.

Cada vez que en vida lo recitamos, nos ponemos en Sus Manos y no solo para el momento de orar, si no en el momento de la muerte.

¡¡¡Que inmensa felicidad la de aquellos que al cruzar la puerta de la Vida se encuentren a Nuestra Señora esperando en la entrada para llevarlos a la presencia de Su Divino Hijo!!!

En vida “Haced lo que Él os diga” y en la hora de la muerte ya lo hará Ella.

 

Manuel García



JORNADA DE ORACIÓN POR LA PAZ DEL DÍA 27

 

Tierra, Mundo, Mar, Naturu, Nature

NUESTRA COMUNIDAD PARROQUIAL OS INVITA A PARTICIPAR EN LA ORACIÓN ORGANIZADA  A LAS 19,30 HORAS EN NUESTRA PARROQUIA.

El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, ha convocado este miércoles «a todas las comunidades, parroquias y fieles de la diócesis a que se unan el día 27» de octubre a la «jornada de oración por la paz» convocada por el Papa Francisco. La iniciativa responde a «lo que está sucediendo en Palestina e Israel, al igual que ante lo que acontece en Ucrania y en tantos lugares de nuestra casa común».

Al final de la audiencia general del pasado miércoles, el Santo Padre anunció que había convocado para el viernes de la semana próxima «una jornada de ayuno, oración y penitencia». En Roma, el momento central será una vigilia a las 10:00 horas, «una hora de oración para pedir la paz en el mundo» vivida «en espíritu de penitencia». Tanto a la vigilia como a unirse a la jornada están invitados también «los hermanos y hermanas de las diferentes confesiones cristianas, quienes pertenecen a otras religiones y aquellos con la causa de la paz en el corazón».

El Pontífice pedía que «todas las Iglesias particulares se unan organizando iniciativas similares que impliquen al pueblo de Dios». En respuesta, el comunicado del cardenal Cobo explica que «nos uniremos a la oración en Roma desde nuestras casas o en las Eucaristías de ese día, o convocando oraciones especiales en nuestras comunidades. Desde la oración común, tomamos partido por la paz y pediremos que se silencien las armas y se escuche el grito de los inocentes que mueren y sufren».

Sus palabras coinciden con las del Papa, que exhortaba «a todos los creyentes a mirar este conflicto desde solo un bando: el de la paz». En su saludo en italiano después de la catequesis, el Santo Padre lamentó que «las víctimas aumentan y la situación en Gaza es desesperada». «Por favor, haced todo lo posible para evitar una catástrofe humanitaria», pidió.

Por el momento, la Comunidad de Sant’Egidio en la capital celebrará a las 20:00 horas, simultáneamente con la del Vaticano, una vigilia de oración en la iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas (Dos de Mayo, 11).

«Cada guerra es una derrota» 

No es la primera vez que el arzobispo de Madrid se pronuncia sobre el conflicto que estalló el 7 de octubre después del ataque de Hamás a Israel. El 9 de octubre, publicó un mensaje en X (antes Twitter) en el que afirmaba que «ante la terrible situación en que se encuentran los pueblos de Israel y Palestina, nos unimos al Papa para pedir el fin de la guerra y del terrorismo. Como nos dice él, cada guerra es una derrota. Oremos por la paz y por quienes sufren las consecuencias de este conflicto».

Apenas un día después, volvió a colgar un mensaje similar: «El clamor de las víctimas en Tierra Santa cuya voz llega hasta Dios nos exige en nombre de Dios y de todas las religiones gritar para que cese el derramamiento de sangre. Que el daño y la guerra se hagan reconciliación. Paz – Salam – Shalom».

La invitación del Papa se produjo solo un día después de la jornada de oración y ayuno por la paz convocada por el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, el pasado martes, 17 de octubre. Toda la Iglesia española se sumó a su llamamiento a través de un comunicado de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso.

Fuente: alfayomega