El principio de una fe nueva.
"Apenas llego al trabajo cuando se inicia un brutal bombardeo. Con los demás colegas corrimos a refugiarnos en el sótano, con la oreja en la radio para tener noticias. Me enteré así de que también el barrio donde mi marido trabajaba fue bombardeado. Me sentí mal, estuve a punto de desmayarme. En aquel momento se abrió paso un pensamiento: "Dios, me estás pidiendo ahora de renovar mi fe en ti". Le confié a los niños, mi marido, los padres, pidiéndole de no permitir que nos alejáramos de él; le pedí sobre todo que los niños, en caso de que se hubieran encontrado sin sus padres, pudieran encontrar en su camino a personas que hubieran sabido conducirlas hasta él. Fue un momento inolvidable a corazón abierto con Dios. Desde aquel momento vivo la vida con fe e infinita gratitud".
(H. S. – Líbano)