En el calendario 2022 que sacó la parroquia podíamos leer «Un año de esperanza».
Lo cierto es que este año 2022 lo podíamos catalogar de «anno horribilis». Motivos habría para ello: Guerra de Ucrania, subida espectacular del IPC, hasta máximos que no se daban desde hacía varios lustros y los políticos sin ponerse de acuerdo en cuestiones de suma importancia para nuestro país. En fin, demasiadas cosas negativas para desear que este año termine lo antes posible.
Sin embargo, el año terminará con una buena noticia: Dios ha nacido. Jesús habitará entre nosotros y nos volverá a llevar la alegría y la esperanza a nuestros corazones. No hará falta que nos recuerden con los alumbrados navideños, cada año se adelantan más, que un «niño» volverá a salvar al mundo como lo hizo hace 2022 años.
Jesús es nuestra guía, marca nuestro camino y nos llena amor. Amor al prójimo, ojalá llegué a los oídos de aquellos que se afanan en seguir con las guerras, mantener el hambre y buscar la desigualdad entre la personas.
Jesús es nuestra esperanza. Feliz Navidad a todos.
Antonio Vaquerizo