Mariano José de Larra, el insigne y extraordinario escritor y periodista escribía hace casi dos siglos “El día de difuntos de 1836”. El escritor con su fina ironía refería como los madrileños de la época acudían en tropel a los cementerios a honrar a sus seres queridos. Aquellos madrileños del siglo XIX, no se daban cuenta que el verdadero cementerio estaba en Madrid: “El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio”.
Una reflexión de Larra a una sociedad mortecina, ya en aquellos tiempos, que podríamos trasladar a los nuestros. Sin embargo, los que nos llamamos y nos sentimos cristianos no estamos muertos porque tenemos Fe en Dios y esperanza en la Resurrección.
¡¡¡ Para nosotros la muerte no es el final, sino el principio de una nueva vida!!!
Antonio Vaquerizo