Canto a la Virgen:
¡Dejadme amar y cantar!
Soy un pobre peregrino
que busco luz y amor;
vengo al Santuario
con el rosario en la mano para convertirme en el escabel de los pies inmaculados de María, «in eterno»;
¡vengo a buscar luz y amor de Dios
y de las almas!
Vengo a ti para no perderme,
después de haber pasado entre profundidades, hundimientos, alturas, precipicios, montañas, huracanes,
abismos y oscuridades del espíritu,
sombras negras …
Vengo a ti, y siento, encima de mí,
una alta paz, que se cierne:
veo su manto extenderse
sobre todas las tempestades, y una serenidad inofuscable que supera las regiones de la luz humana,
y traspasa todos nuestros esplendores,
que me arrolla y penetra
SAN LUIS ORIONE