El 1 de noviembre no es una fecha más en el calendario. Esa jornada los cristianos festejamos el día de todos los santos. Un momento muy especial porque recordamos de manera muy personal a nuestros seres queridos. Ellos han alcanzado la gloria eterna, están junto a Dios y velan por nosotros.
Es un día de alegría y sin embargo de tristeza. Añoramos su presencia, su calor, su amor, el día a día con que nos relacionábamos, ahora lo hacemos de otra forma. Cuando rezamos nuestros recuerdos y pensamientos vuelan hacia ellos y pedimos al Señor que los haya acogido en su regazo.
El 1 de noviembre honramos a nuestros seres queridos fallecidos y nos trasladamos a los cementerios con flores y oraciones. Como ellos, nosotros tenemos fe en la Resurrección de Cristo. Jesús al morir nos dio la vida a los seres humanos, fue un acto de generosidad y de amor.
¡Jesús es el camino y la vida!
Feliz día de Todos los Santos
Antonio Vaquerizo