La Iglesia Católica crece en Hong Kong, aunque a un ritmo menor que hace unos años. Según las estadísticas diocesanas, en 1999 había unos 347.000 católicos en la diócesis, un 5,2% de la población. Veinte años después, en 2019, antes de la pandemia, eran 611.000, un 8,2% de la población.
Durante años se han ido bautizando como católicos unos 3.000 adultos cada año (se incluyen en esta categoría también los niños de 8 años o más, con uso de razón). Pero este año 2023 serán solo unos 1.700 los catecúmenos que podrán ser bautizados y se incorporarán a alguna de sus 50 parroquias. En 2012 fueron unos 3.500, y en 2015 unos 3.600.
Por lo general, el catecumenado implica un año y medio de preparación. Recientemente se ha reforzado con más formación: una vez ya bautizados, detalla la agencia Fides. La diócesis les ofrece 37 semanas de formación adicional, una peregrinación a un santuario y la posibilidad de colaborar en obras de caridad. Lo organizan con el nombre de «Camino de formación para los nuevos católicos» desde el Consejo Central de Laicos Católicos de Hong Kong (Hong Kong Central Council of Catholic Laity – HKCCCL).
Invitados por parientes y amigos
Pocas veces los nuevos cristianos vienen del budismo. Es mucho más común que lleguen desde la simple increencia, quizá con algunas prácticas de culto a los antepasados. Suelen hacerse católicos por invitación de otros católicos, amigos o familiares que les invitan a explorar la fe. Algunos hacen su propia investigación espiritual buscando por Internet.
El obispo de la diócesis de Hong Kong, el jesuita Stephen Chow, comenta en su carta pastoral para la Cuaresma de 2023: «Este año esperamos celebrar unos 1.700 bautizos en Pascua. Sin embargo, se trata de la mitad de los registrados en el pasado».
«El descenso en el número se debe a varias razones. En parte se debe a nosotros, pero también a factores que escapan a nuestro control. En primer lugar empecemos por celebrarlo con estas nuevas hermanas y hermanos y démosles la bienvenida a nuestra comunidad de fe católica. Son un don precioso de Dios, y en esta familia son hermanas y hermanos entre sí, y debemos cuidar de ellos. Y en segundo lugar, las parroquias y las comunidades de fe deben ofrecerles una comunidad de formación permanente y de acompañamiento, para que puedan seguir creciendo en la fe que acaban de abrazar», exhorta.
Represión del Gobierno y coronavirus
No detalla las causas de la bajada de bautismos, pero la situación política complicada en Hong Kong y el recrudecimiento de las presiones desde las autoridades chinas (incluyendo la detención del cardenal Zen, arzobispo emérito de la diócesis), además de las restricciones del coronavirus que limitaron muchas actividades públicas, tienen parte en esa disminución.
Durante un tiempo se decía que había muchas familias que pensaban hacerse católicas para conseguir algunos puntos más que les hicieran más fácil el ingresar sus hijos en los prestigiosos colegios de congregaciones religiosas. Pero a medida que los catecumenados se hacían más largos y exigentes muchas abandonaban tras las primeras sesiones.
Fuente: Religionenlibertad.com