Eucaristía encuentro de fe con Jesús, con los amigos, con la familia.
Todo cristiano puede encargar que se aplique la Misa por intenciones particulares: tanto por los vivos, como por los difuntos. La misa puede ser encargada:
– En acción de gracias por unos recién casados, por unas bodas de plata o de oro de matrimonio…
– Por un bautismo, por la llegada de un niño o niña, por un cumpleaños…
– Por un difunto o en el aniversario de su muerte…
– Por un enfermo, por una curación, por una persona en dificultad…
– Por una intención particular (que no se debe nombrar por discreción)
– En acción de gracias por unos recién casados, por unas bodas de plata o de oro de matrimonio…
– Por un bautismo, por la llegada de un niño o niña, por un cumpleaños…
– Por un difunto o en el aniversario de su muerte…
– Por un enfermo, por una curación, por una persona en dificultad…
– Por una intención particular (que no se debe nombrar por discreción)
«Depositad este cuerpo mío en cualquier sitio, sin que os de pena. Sólo os pido que dondequiera que estéis, os acordéis de mí ante el altar del Señor».
(Santa Mónica en su lecho de muerte)
«Rogar por los difuntos es, sobre todo, un signo de reconocimiento por el testimonio que nos han dejado y el bien que han hecho”
(Papa Francisco)