El sábado 17 de febrero participamos en la celebración de los 30 años de los Servidores de la Iglesia Católica de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador (SICNIE), una peregrinación evangelizadora a través de los servidores y catequistas indígenas de las distintas regiones del país. Como nos recuerda el documento de Aparecida, «la riqueza y diversidad cultural son evidentes en América Latina», «exigen reconocimiento y ofrecen valores que constituyen una respuesta a los antivalores de la cultura que se impone en la comunicación de masas».
La autoridad del servidor indígena en la comunidad es un referente moral para el pueblo: debe no solo enseñar sino vivir lo que enseña, la fidelidad basada en la fe y en la gratuidad del servicio viviendo sus mandamientos. Ama killa, ama llulla, ama shwa, que significa no ser ocioso, no mentir, no robar, para tener armonía. La sinceridad y honestidad debe ser la luz que, como antorcha, alumbra a los de la casa para que viendo sus buenas obras glorifiquen a Dios, que está en el cielo.
En esta fiesta se sintió esa fraternidad y alegría del encuentro de los hermanos venidos desde los cuatro puntos cardinales de nuestro Ecuador.
Rafael Cob; Obispo de Puyo. Ecuador